Actualizado 03/11/2009 08:49

Las autoridades chinas inician una campaña de seguridad específica en la provincia de Xinjiang

PEKÍN, 3 Nov. (Reuters/EP) -

Las fuerzas de seguridad han iniciado en la provincia de Xinjiang, en el noroeste del país, una campaña de seguridad, represión y castigo con la intención de favorecer la estabilidad y eliminar posibles brotes violentos como los enfrentamientos étnicos que a lo largo del año se han cobrado la vida de unas 200 personas.

La capital regional, Urumqi, se convirtió en escenario de estos enfrentamientos entre ciudadanos de la etnia han, mayoritaria, y uigures. Las protestas, iniciadas en julio, volvieron a surgir el pasado mes de septiembre, lo que hace temer al Partido Comunista que puedan repetirse en el futuro.

La prensa oficial anunció hoy que "desde principios de noviembre, los cuerpos de seguridad en Xinjiang comenzaran una campaña rigurosa de 'represión y castigo' para consolidar los logros de estabilidad y eliminar riesgos de seguridad". La intención, añaden, es "cambiar la cara" a la situación en determinadas áreas.

Este tipo de campañas represivas, comunes en la década de los ochenta, despertaron en su momento las críticas de los grupos defensores de los Derechos Humanos en la medida en que supuestamente servirían para violar los derechos de los sospechosos y promover los abusos.