BRUSELAS, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 intentarán hoy llegar a un acuerdo sobre la ayuda que prestará la UE a los países en vías de desarrollo para luchar contra el cambio climático. La presidencia de turno del Consejo presentará un nuevo documento recogiendo las preocupaciones expresadas en la primera jornada de debates, que se saldó sin éxito.
"Todavía no estamos preparados", admitió el primer ministro sueco y presidente de turno de la UE, Fredrik Reinfeldt, en rueda de prensa. Agregó que tanto él como el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, defendieron "duramente" la idea de contar con un "claro mandato" de la Unión para la conferencia sobre el clima que tendrá lugar en Copenhague a finales de año.
Barroso, por su parte, confió en que hoy se logre aprobar una cifra sobre la ayuda para que la UE pueda defender en Copenhague que si "otros se mueven" habrá financiación para los países en desarrollo.
Bruselas ha propuesto que la UE dedique entre 2.000 y 15.000 millones de euros anuales a la altura de 2020 para ayudar a los países pobres luchar contra el cambio climático. Si hay un acuerdo en Copenhague, el flujo de ayudas debería iniciarse de inmediato, y en el periodo inicial entre 2010 y 2012 a los Veintisiete les correspondería aportar entre 500 y 2.100.
Algunos países, liderados por Alemania, creen que es prematuro que la UE descubra sus cartas cuando el resto de socios internacionales, especialmente EEUU, no están haciendo lo mismo. Entre los grandes países, sólo Reino Unido ha puesto sobre la mesa una cifra para la aportación de la UE, en concreto 10.000 millones de euros a la altura de 2020.
Sin embargo, el principal punto de desencuentro es cómo se repartirá la factura entre los Estados miembros. El Ejecutivo comunitario ha propuesto que se tengan en cuenta dos criterios: la capacidad de pago y la responsabilidad en las emisiones.
Un total de nueve países del este, liderados por Polonia, son reticentes a financiar este fondo y alegan su situación de menor desarrollo y el impacto de la crisis económica. Estos Estados miembros defienden que el único criterio de reparto sea el nivel de renta.
Polonia y Hungría reiteraron este jueves su resistencia a contribuir al fondo europeo para ayudar a los países pobres a recortar sus emisiones alegando su bajo nivel de renta y el impacto de la crisis económica.