Actualizado 03/12/2009 13:32

Crucifijo.- Observatorios por la Educación y la Libertad Religiosa critican la propuesta de retirada de estos símbolos

Tachan la iniciativa de "intolerancia ideológica" y de contraria a la Constitución Española


SEVILLA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Observatorio por la Libertad en la Educación y el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia coincidieron en criticar hoy la propuesta de retirada de los crucifijos de los centros educativos que ayer se aprobó en la Comisión de Educación, gracias a los votos de PSOE, ERC y BNG, y que insta al Gobierno a retirar cualquier simbología religiosa de todos los centros escolares públicos, en virtud de una jurisprudencia establecida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo que establecía que los crucifijos en las aulas son "una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones".

Según dijo a Europa Press el coordinador del Observatorio por la Libertad en la Educación (OLE), Carlos Seco, esta iniciativa supone "la puesta en escena de la intolerancia ideológica totalitarista de sus promotores" y un "grave atentado a la libertad de ideario y de oferta educativa de los centros" educativos, así como a la "libertad y la autonomía pedagógica de los Consejos escolares".

Igualmente, Seco añadió que la retirada de crucifijos es negar el derecho de las familias de elegir la educación moral y religiosa de los hijos y que, por tanto, se trata de "una pieza más de esa obra de ingeniería educativa y social en la que han convertido nuestro sistema educativo".

Un sistema educativo que, en opinión del coordinador del OLE, el Gobierno español "ha transformado en un instrumento para la imposición del código de valores que inspira a los partidos políticos que han aprobado esa iniciativa, y que pone a las claras que no creen en el sistema de libertades de los ciudadanos, ni en la democracia, utilizando estas herramientas para sus fines ideológicos, junto con la introducción de materias que forma las conciencias del alumnado en su particular concepción del hombre y de la sociedad".

INICIATIVA INNECESARIA

Por su parte, en declaraciones a Europa Press, el presidente del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia, Pablo Molinero, lamentó que "tal y como están las cosas, el Gobierno sólo se preocupe por los crucifijos cuando esto debería ser su última preocupación, puesto que no existe una demanda social al respecto".

"Esta iniciativa, que nos tenemos que también se llevará a cabo en los colegios concertados más tarde o más temprano, es inmiscuirse en la conciencia de los padres. Deberían dejar al arbitrio de los Consejos escolares estas decisiones, que son los que representan a los padres", aseveró Molinero.

Asimismo, Molinero argumentó algunas de las razones por las que, a su juicio, no es "adecuado" retirar los crucifijos de las aulas en los colegios e institutos, entre las que destacó que tener crucifijos es las aulas de debe a que "así lo quieren los Consejos Escolares de las escuelas, máximos representantes de la voluntad de padres y profesores" y porque "la cruz es un símbolo de paz, de amor y de sacrificio por los demás".

De hecho, criticó que la retirada de estos símbolos va contra los artículos 16.1 y 27 de la Constitución Española y contra el 2.3 de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, y señaló que retirarlos es enseñar a los niños "que la cruz es un símbolo de enfrentamiento, de odio y de que importa más la opinión de uno que la del resto" y olvidar que los crucifijos "forman parte de la tradición, costumbres y cultura del país en el que viven".

"Porque respetar otras creencias no significa renunciar a las propias, porque España es un estado aconfesional y debe ser respetuoso con todas las creencias y porque es un error ocultar a los niños que la religión es el hecho cultural mas importante de la historia de la humanidad", fueron otros de los argumentos esgrimidos por el Observatorio para pedir la retirada de la iniciativa de la Comisión de Educación.

De hecho, según apuntó Molinero, en España "más del 85 por ciento de los ciudadanos se declara cristiano y más del 75 por ciento de los alumnos eligen estudiar religión católica".