MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los desplazados internos que residen en los campamentos del norte de Sri Lanka serán puestos en libertad y entregados a sus familiares, y el Gobierno espera que la mayoría pueda ser realojada a principios del próximo año, según el ministro ceilandés de Reasentamiento y Servicios de Ayuda en los Desastres, Rishad Bathiudeen.
Según Bathiudeen, el presidente, Mahinda Rajapaksa, ha tomado la decisión de permitir a los desplazados vivir con sus familiares y que tuviera efecto desde esta semana. Bathiudeen afirmó que el Gobierno no puede detallar cuántas personas serán liberadas, aunque considerará todas las solicitudes que presenten los familiares que residen fuera de los campamentos. "Si llega esta solicitud, la estudiaremos", añadió.
Casi 300.000 personas que huyeron del enfrentamiento a lo largo de los últimos meses de la guerra civil, que ha durado más de 25 años, entre el Gobierno y los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) están confinados en campamentos gestionados por el Gobierno.
La Administración ceilandesa ha afirmado que su objetivo es reasentar a cerca de un 80 por ciento de los refugiados a finales de año, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN. "El 31 de enero tendremos a más personas reasentadas, la mayoría lo será", afirmó.
La ONU ha acogido con agrado la decisión de entregar a los desplazados a sus familiares. "Es algo que estuvimos aconsejando por un tiempo, ya que es por el interés de los desplazados estar con sus familiares, donde pueden ser cuidados", afirmó el residente y coordinador humanitario de la ONU en Sri Lanka, Neil Buhne.
Varios grupos defensores de los Derechos Humanos han criticado al Gobierno por retener a los desplazados en vez de liberarlos y permitir que regresen con sus familiares o amigos. El Gobierno señala que intenta filtrar a los rebeldes del LTTE, pero los grupos pro Derechos Humanos arguyen que los desplazados están siendo detenidos de manera ilegal.
Mientras, las cifras dadas por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) muestran que el distrito de Vavuniya, en el norte, varios campamentos están congestionados. En una de las seis zonas de Menik Farm --el campamento más grande-- hay capacidad para 28.896 personas, pero aún se refugian allí 54.621.
"Cualquier reducción en las cifras de los campamentos aliviará la presión sobre las instalaciones, que ya soportan mucha carga, y que soportarán aún más peso en octubre y noviembre, cuando comienzan las lluvias monzónicas", indicó Buhne. "Cuanta más gente permita el Gobierno salir, será mucho mejor", aseguró.