Actualizado 20/01/2010 13:33

Un diputado holandés comparece ante un tribunal acusado de incitar al odio de los musulmanes


ÁMSTERDAM, 20 Ene. (Reuters/EP) -

El diputado holandés Geert Wilders compareció este miércoles en un tribunal de Ámsterdam acusado de incitar al odio y a la discriminación contra los musulmanes en un caso visto como una prueba de la libertad de expresión en el usualmente tolerante Países Bajos.

Wilders, líder del Partido por la Libertad, tiene que comparecer después de que un tribunal ordenara el pasado enero que se enfrentara a la acusación, después de que el fiscal público descartara el caso arguyendo que Wilders estaba protegido por la libertad de expresión.

El diputado está acusado por su película filmada en 2008 'Fitna', que acusa al Corán de incitar a la violencia y en la que mezcla imágenes de ataques terroristas con citas del libro sagrado del Islam. También tiene cargos por sus comentarios en los medios de comunicación en los que compara al Islam con el fascismo y al Corán con el libro 'Mein Kampf' escrito por Hitler.

"Sigo siendo combativo y convencido de que este proceso político sólo llevara a la absolución", afirmaba Wilders en su página web. Wilders se ha convertido en una figura popular durante los últimos años entre los votantes de su país que se han mostrado preocupados por la inmigración y su impacto en la sociedad.

El partido de Wilders surgió el año pasado como el segundo mayor de Países Bajos en el Parlamento Europeo, y las últimas encuestas han indicado que se enfrenta a la oportunidad de convertirse en el mayor del Parlamento de su país en los comicios que se celebrarán en mayo de 2011.

"Wilders ha hecho todos sus comentarios como miembro del Parlamento", afirmó su abogado defensor, Bram Moszkowicz, quien añadió que el acusado sólo estaba hablando de las situaciones que se están desarrollando en la sociedad.

Acusado también de ofender a un sector de la sociedad, el comienzo del caso contra Wilders pretende, inicialmente, tratar las cuestiones de procedimientos, como el número de testigos que cada parte llamará antes de comenzar el proceso en sí, algo que se dará en una fecha posterior. Si es acusado, se enfrenta a dos años de cárcel.