WASHINGTON, 24 Mar. (Reuters/EP) -
Los diplomáticos estadounidenses determinaron ayer que las condiciones están empeorando en los campamentos donde se refugian miles de desplazados de la región de Darfur e instaron al Gobierno sudanés a revertir su decisión de expulsar a 13 grupos de ayuda humanitaria.
El Departamento de Estado norteamericano insistió en que responsabilizará al presidente de Sudán, Omar Hassan al Bashir, por cada muerte provocada tras la expulsión de los grupos extranjeros de asistencia ordenada este mes.
El diplomático de la embajada de Washington en Jartum, Alberto Fernández, y otros miembros de la agencia estadounidense para el desarrollo internacional viajaron la semana pasada a El Fasher, en el norte de Darfur, y visitaron el campamento Zam Zam para evaluar el impacto de las expulsiones.
"Esta crisis ha sido exacerbada por las expulsiones del 4 y 5 de marzo", concluyó el Departamento de Estado, basado en los detalles provistos por el viaje de Fernandez y otros funcionarios estadounidenses.
Los diplomáticos observaron que los recursos en Zam Zam, particularmente el agua, se han visto reducidos por la reciente llegada de 36.000 personas que huyeron tras los enfrentamientos de los últimos dos meses entre grupos armados y el Gobierno sudanés.
El conflicto en Darfur, que ha desplazado a más de 2,7 millones de personas, estalló cuando los rebeldes, en su mayoría no árabes, se revelaron contra el Gobierno en 2003. Se calcula que al menos 200.000 personas han muerto en la región del oeste de Sudán, según los expertos internacionales, mientras que el Gobierno de Bashir indica que son 10.000 personas han perdido la vida.