Actualizado 04/06/2009 16:51

El fiscal mantiene la petición de 26 años para el acusado de matar a su mujer en Bolaños (Ciudad Real) en 2007

CIUDAD REAL, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía mantuvo hoy su petición de 26 años de cárcel para Zoltan Cordovan, de 33 años, acusado de matar a su mujer, Ramona N.C., de 29 años, en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real) el 29 de mayo de 2007, por los delitos de asesinato, malos tratos e incumplimiento de los deberes familiares.

El juicio contra el hombre, que ha quedado visto para sentencia, se ha desarrollado en la Audiencia Provincial de Ciudad Real durante tres jornadas a lo largo de la presente semana.

Por su parte, el abogado de la defensa pidió para su cliente 5 años y un mes por un delito de homicidio, y 1 año y 9 meses por malos tratos, mientras que solicitaba la libre absolución por el delito de incumplimiento de los deberes familiares.

La representante del Ministerio Público basó su postura en las propias declaraciones del acusado, que reconoció que golpeó a su mujer en la noche de autos, y la de los forenses, que confirmaron que la mujer había recibido más de 50 golpes con un tubo de hierro y un gato hidráulico para vehículos.

Asimismo, esgrimió las declaraciones de las cuatro hijas mayores del matrimonio, que tenía en total diez hijos, quienes señalaron que su padre golpeaba a menudo a su madre y a ellos mismos, lo que llevó algunas veces a la mujer al hospital o a estar en cama varios días.

También recordó que, semanas antes del crimen, la pareja dejó a los hijos con un hermano del hombre y su familia para viajar a Rumania para hablar con un pastor cristiano-evangelistas, religión que profesaban ambos, sobre la supuestas infidelidades de ella.

La Fiscalía, por otro lado, también apuntó las agravantes de ensañamiento y parentesco y no consideró la atenuante de confesión, ya que el hombre contó lo ocurrido pasadas varias horas, cuando pidió ayuda en el cuartel del Batallón de Helicópteros (BHELA-1) de Almagro, y una vez que fue detenido.

NO QUERÍA MATARLA

Por su lado, el abogado de la defensa, que consideró los hechos como un delito de lesiones en concurrencia con un homicidio imprudente, subsidiariamente, pidió que se calificaran como homicidio.

En su opinión, la actuación de Zoltan no tenía objetivo el acabar con la vida de su mujer, sino asustarla para que no se fuera con otro hombre, a la vez que sufría un arrebato por los comentarios de ella sobre lo pequeño del tamaño de su pene.

En su opinión, para el asesinato tendrían que concurrir que las heridas fueran mortales y que no recibiera atención sanitaria. Según dijo, el hombre no consideró que las heridas causadas fueran mortales y, de hecho, tras atenderla, ambos se quedaron dormidos.

En relación con los delitos de malos tratos e incumplimiento de los deberes familiares, el letrado cuestionó la declaración de las cuatro hijas mayores y dijo que las opiniones podrían haberse maleado después de estar los dos últimos años en un centro de acogida con una vida muy diferente a la que tenían antes.

LO SIENTE MUCHO

Por su parte, el acusado, Zoltan Cordovan, en su alegato final, aseguró que sentía mucho lo ocurrido, que no quería matar a su mujer y que sólo la golpeó porque tenía miedo de que se fuera con su amante.

El crimen tuvo lugar la noche del 29 de mayo de 2007 en la furgoneta en la que convivía entonces la pareja, desatándose la agresión después que, según dijo él, hicieran el amor y ella empezara a hacer comentarios sobre que se quería ir con su amante e hiciera comentarios en tono de burla sobre el tamaño de su pene.