PARÍS, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, romperá este año con una tradición asentada en el país y no otorgará ningún indulto con motivo de la fiesta nacional del 14 de julio, según informaron fuentes judiciales al diario 'Le Monde'.
La medida, que todavía no ha sido anunciada oficialmente por el Eliseo, se había sistematizado desde 1991. La decisión de Sarkozy, que sólo compete al jefe del Estado, es coherente con la que ya tomó cuando decidió suprimir el derecho presidencial de gracia y amnistía.
El cambio decepcionará con toda seguridad a miles de presos que esperaban la reducción de sus penas. El indulto, una herencia de la monarquía que era criticado por jueces y abogados, era una especie de 'válvula de seguridad' para vacíar las instituciones penintenciaras superpobladas, indica 'Le Monde'.
A fecha del pasado 1 de junio, se estimaba que un total de 63.600 personas estaban encarceladas en Francia, lo que implicaba que las prisiones contaban con 12.000 detenidos más que plazas disponibles.
En 2006, el entonces jefe de Estado, Jacques Chirac, otorgó 15 días de rebaja por mes de condena por cumplir, con un límite de cuatro meses como máximo. De esta manera, entre los meses de julio y noviembre, cerca de 5.000 presos pudieron beneficiarse de un fin de condena anticipado.
No obstante, durante los años, el campo de aplicación de la medida no dejó de reducirse. Además de las personas condenadas por terrorismo, tráfico de estupefacientes, crímenes y delitos contra menores de 15 años y delitos financieros fueron sucesivamente excluidos también los encarcelados por violencia contra las fuerzas del orden, infracciones de tráfico y actos racistas.
