Actualizado 08/08/2008 13:50

JJOO.- Bush arremete de nuevo contra China para reivindicar la libertad de expresión y de culto en el país asiático

PEKIN, 8 Ago. (Reuters/EP) -

Pocas horas antes de sentarse en el palco de personalidades del estadio Olímpico de Pekín, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, volvió a arremeter contra la limitada libertad de expresión y de culto en China.

Un día después de manifestarse públicamente por primera vez solicitando una ampliación de los Derechos Humanos para los ciudadanos chinos, y a pesar de las críticas recibidas desde China por inmiscuirse en sus "asuntos internos", Bush compareció en la Embajada estadounidense para reiterar que la libertad de expresión es la mejor manera de promover la paz y la prosperidad del pueblo chino.

"Seguimos siendo fieles a nuestra convicción de que todos los pueblos deben tener la libertad para decir lo que piensan y rendir culto a lo que deseen", señaló el presidente norteamericano. "Creemos firmemente que las sociedades que permiten la libertad de expresión y de ideas tienden a ser las más prósperas y las más pacíficas," añadió.

Los funcionarios chinos que acudieron a la comparecencia del presidente estadounidense en la Embajada norteamericana en Pekín permanecieron sentados, sin manifestar ninguna emoción ante sus palabras.

Bush también aprovechó para enfatizar los acuerdos alcanzados entre ambos países, como las negociaciones para desmantelar el programa nuclear de Corea del Norte y la apertura comercial de China hacia el libre mercado.

Las declaraciones del mandatario estadounidense se producen poco antes de la comida que el presidente chino, Hu Jintao, ofrecerá a los líderes extranjeros que asistirán a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.

Bush ha sido criticado por organizaciones que defienden los Derechos Humanos y por algunos congresistas de su país por asistir a la ceremonia, quienes creen que acudir a Pekín hoy es mostrar apoyo a un Gobierno con un gran historial en la violación de Derechos Humanos.