Actualizado 11/05/2009 15:24

Malta (Italia) rechaza desembarco de 69 inmigrantes en su territorio

ROMA, 11 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

El Gobierno de Malta rechazó hoy el desembarco en su territorio de 69 inmigrantes, 16 de ellos mujeres, que habían sido rescatados ayer por las autoridades italianas en aguas maltesas, según informaron los medios de comunicación italianos.

El salvamento, que fue realizado por la nave 'Spica' de la Marina Militar italiana, tuvo lugar a 70 millas de la pequeña isla de Lampedusa (sur de Italia), pero en aguas de competencia maltesa según los criterios de las operaciones de Búsqueda y Rescate (Search and Rescue, SAR por sus siglas en inglés).

En estos momentos, la nave se está dirigiendo hacia Porto Empedocle (isla de Sicilia), adonde llegará esta tarde. Según parece, esta vez los inmigrantes no serán devueltos a Libia, país del que suelen partir y con el que Italia acaba de firmar un acuerdo para repatriarlos directamente.

"Quien no entre en aguas territoriales italianas será devuelto al puerto de donde haya partido, tal y como prevén las normativas internacionales, que nosotros aplicamos rigurosamente", afirmó el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni.

Según el recuento de datos ofrecido por el mismo Maroni, en los últimos días han sido devueltos directamente a Libia cerca de 500 inmigrantes, lo que ha despertado las críticas de las organizaciones humanitarias, el Vaticano y Naciones Unidas.

Estos hechos han vuelto a poner el tema de la inmigración en el centro del debate político en Italia, sobre todo, después de que el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, rechazara este fin de semana la idea de una "Italia multiétnica".

La Liga Norte, el partido aliado de Berlusconi, que es el que suele mostrarse más combativo con el fenómeno de la inmigración, aplaudió las palabras de 'Il Cavaliere'. "Estamos haciendo prosélitos", comentó el líder del partido, Umberto Bossi.

En cambio, el líder de la oposición, Dario Franceschini, consideró que lo que el Gobierno busca con el debate sobre la inmigración es "cubrir las embarazosas cuestiones personales del primer ministro", en alusión al divorcio de su segunda mujer, Verónica Lario, y temas más importantes como la crisis económica.