DADAAB (KENIA), 5 (Reuters/EP)
Miles de somalíes siguen llegando a los abarrotados campos de refugiados de la vecina Kenia huyendo del conflicto armado de su país, y la ONU no espera que haya un reflujo en las próximas fechas, según advirtió hoy el subdirector del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Craig Johnstone.
Los campos de refugiados de Dadaab, en el desértico norte de Kenia, recibieron en 2008 a más de 62.000 refugiados somalíes, una cifra muy superior a los 18.000 del año anterior. "En enero de 2009 se registraron más de 7.000 recién llegados", declaró ayer Johnstone a los periodistas, durante una visita a los campamentos.
En Dadaab hay tres campamentos de refugiados --Dagahaley, Ifo y Hagadera-- que albergan a 247.182 personas instaladas en chozas miserables y tiendas de campaña. Se trata de "uno de los mayores campos de refugiados del mundo", afirmó Johnstone.
Alrededor de 17.400 civiles han muerto y millones han huido de sus hogares en los últimos dos años a causa del conflicto entre las fuerzas del gobierno provisional somalí y sus aliados etíopes --que se retiraron recientemente del país--, por una parte, y las milicias islámicas, por la otra. Las agencias humanitarias han advertido de que la crisis humanitaria de Somalia es la peor actualmente en el mundo. Se estima que una tercera parte de sus diez millones de habitantes necesitan ayuda alimentaria.