NUEVA YORK, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) instó ayer a la comunidad internacional a asistir a los palestinos iraquíes refugiados en la frontera del país con Siria, después de huir de Bagdad, ya que se encuentran "atrapados en tierra de nadie" tras escapar por haber sido "amenazados por facciones chiíes".
La portavoz de la agencia de Naciones Unidas en Ginebra, Jennifer Pagonis, advirtió de que existe una "necesidad urgente" de abastecer con servicios médicos y de "solucionar la situación humanitaria" de estas personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares y medios de vida.
Por ello, Pagonis instó a la comunidad internacional y a los países de la región a ayudar a "aliviar el sufrimiento" de los refugiados. Tras una reciente visita de miembros de ACNUR al campamento de Al Walled, pudieron constatar que allí viven más de 1.000 palestinos, entre ellos cuatro niños y un adolescente muy enfermos.
A este respecto, el Alto Comisionado, junto a Cruz Roja, tratan de proporcionarles los servicios médicos que requiere, a pesar de la dificultad de un entorno "infestado de víboras y escorpiones, sin acceso a agua limpia, ni servicios sanitarios", explicó Pagonis.
A este problema, hay que añadir el deterioro de la seguridad en la zona, que empeora rápidamente, con lo que "los refugiados están cada día más asustados y frustrados, atrapados en tierra de nadie y sin poder entender por qué nadie puede ayudarles o darles protección", dijo.
