KINGSTON, 26 Nov. (Reuters/EP) -
El Parlamento jamaicano aprobó ayer mantener la pena de muerte en la Legislación, pese a los esfuerzos de las organizaciones defensoras de Derechos Humanos y los líderes religiosos, que pedían la abolición para un castigo prácticamente no usado pero aún vigente.
Los diputados aprobaron por 34 votos a favor y sólo 15 en contra retener la pena capital, un sistema popular en muchos países caribeños pero que en el caso jamaicano ha permanecido en la sombra las últimas dos décadas por problemas legales.
El primer ministro, Bruce Golding, cuyo Gobierno está en el punto de mira por su falta de control sobre el crimen y la violencia, votó ayer a favor.
Los sondeos muestran que gran parte de los 2,7 millones de habitantes se declaran partidarios de retomar este sistema de castigos, debido al elevado índice de muertes violentas registradas en Jamaica, que padece una de las mayores tasas del mundo en este sentido. No obstante, la pena de muerte sólo puede aplicarse a los hombres, mientras para las mujeres el castigo máximo es la cadena perpetua.
