Actualizado 30/11/2007 12:42

Las tres capitales vascas suspenden en accesibilidad para personas con discapacidad según un estudio de Consumer

La adaptación para personas en silla de ruedas es aceptable, pero resulta deficiente para personas sordas o ciegas


BILBAO, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las tres capitales del País Vasco suspenden en accesibilidad para personas con discapacidad, según un estudio realizado por Consumer Eroski que analiza la accesibilidad para personas con discapacidad de 18 capitales del Estado. Para ello, los técnicos de la revista realizaron tres visitas en cada ciudad, una acompañados de una persona en silla de ruedas, otra con un invidente y la última con una persona sorda.

Por otro lado, todas las capitales vascas aprueban en accesibilidad para personas con discapacidad física, pero sin embargo, los ciudadanos con problemas visuales se encuentran con un mayor número de barreras en su vida cotidiana (sólo Bilbao logra el aprobado). Además, ninguna de las tres capitales reúne las medidas suficientes para su accesibilidad y suspenden con un rotundo "mal".

Asimismo, las tres capitales de Euskadi aprueban en accesibilidad para personas con discapacidad motriz. Sin embargo, el Ayuntamiento fue el espacio peor valorado, ya que el de Bilbao y Vitoria reciben la nota de "regular", a excepción del de San Sebastián, que obtiene un "muy bien". Entradas innaccesibles, falta de espacio para maniobrar, ausencia de baños adaptados y pavimentos resbaladizos fueron las principales deficiencias.

Además, a lo largo del recorrido que realizaron los técnicos acompañados por una persona en silla de ruedas por el centro de las ciudades, se observó que las calles del centro de la capital guipuzcoana, son más accesibles que las de Bilbao y Vitoria.

En cada ciudad se visitó también un centro de salud. El de Bilbao fue el mejor, y el de Vitoria fue el peor (valorado con suspenso). En cuanto al autobús urbano, todas las capitales superan la prueba, aunque se aprecian importantes carencias como la pendiente de las rampas de acceso y el espacio en la zona reservada para personas con movilidad reducida.

Respecto al eurotaxi, se solicitó un taxi adaptado en cada una de las capitales. Todos los vehículos contaban con medidas suficientes, salvo el de San Sebastián, ya que el hueco de acceso no era lo suficientemente alto.

DISCAPACIDAD VISUAL

En cuanto a la accesibilidad para personas con discapacidad visual, según el estudio "la situación no es tan buena", ya que el Ayuntamiento y el centro de salud son los espaciones menos accesibles. En esta ocasión, los técnicos contaron con la colaboración de una persona invidente, con la que visitaron los mismos lugares que en el caso anterior. Entre las principales carencias observadas destacan la falta de información en braille y la escasez de señales acústicas.

Respecto al autobús urbano, Bilbao se queda con un "aceptable" y San Sebastián y Vitoria suspenden con un "muy mal" y "mal", respectivamente, ante la escasez de medidas tales como dispositivos acústicos de información y pasamanos que ayuden a su orientación.

Asimismo, en cuanto al resultado obtenido en la zona centro, destaca la capital guipuzcoana con un "muy bien", frente a la de las capitales vizcaína y alavesa, que no superan el "aceptable". Sin embargo, se echaron de menos pavimentos táctiles en las vías urbanas, muy útiles para que las personas invidentes se puedan orientar, y se detectaron elementos del mobiliario urbano que constituían un obstáculo.

DISCAPACIDAD AUDITIVA

En cuanto a la discapacidad auditiva, ninguno de los edificios públicos (Consistorios y centros de salud) ofrecía servicio de intérprete profesional de la lengua de signos. Algo mejor fue la situación detectada en las vías urbanas del centro de las capitales, aunque San Sebastián suspenda de nuevo en este apartado.

Respecto al autobús urbano, se constató la carencia de información visual, aunque el autobús que los técnicos tomaron en la capital guipuzcoana era el más accesible para las personas con problemas auditivos. Una buena señalización y una iluminación adecuada de los diferentes espacios, así como una mayor presencia de paneles con información visual, son algunas de las muchas medidas que reivindica la comunidad sorda.