MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El 70% de los españoles se decanta por el desarrollo de más fuentes de energía sin emisiones de CO2 como solución a la dependencia nacional de combustibles fósiles, procedentes en su mayor parte del exterior, según una encuesta realizada por Accenture.
Como parte de estas tecnologías sin emisiones figuran, aparte de los biocarburantes para coches, la solar y el resto de las renovables, y también la energía nuclear.
El 30% restante de los encuestados considera que la mejor solución para reducir la dependencia es aumentar el ahorro y hacer un uso más eficiente de la energía.
Por otro lado, al ser preguntados acerca de los elementos más influyentes a la hora de realizar acciones concretas de ahorro de energía, los españoles citan en mayor medida los ahorros en la factura (92%), los distintos incentivos (89%) y los impuestos asociados (84%).
Los encuestados citan además como principales motivos para actuar contra los combustubles sólidos la reducción de emisiones, la generación de empleos 'verdes' y la menor dependencia del exterior. Tras de cada cuatro consumidores dicen estar preocupados con los problemas relacionados con la energía y el cambio climático.
El estudio de Accenture también constata que casi la totalidad de los consumidores quiere una mayor coordinación de la Administración pública en el mercado energético.
Junto a esto, el 86% de los consumidores españoles dice estar preocupado por el riesgo futuro de escasez de energía, lo que supone diez puntos por encima de la media internacional. El estudio incluyó 9.000 entrevistas realizadas en 22 países.
"No podemos abordar el cambio climático ni la seguridad energética a menos que se creen tanto nuevas fuentes de energía limpia como que se reduzca la demanda de consumo", afirmó el socio de Accenture Matías Alonso.
"Nuestro estudio demuestra que los consumidores no creen que un menor uso de la energía sea una prioridad", por lo que "pasarán muchos años antes de que las alternativas renovables estén plenamente establecidas. Hasta entonces, las administraciones y las empresas energéticas tendrán que hallar maneras creativas de transformar los hábitos de consumo y mejorar la eficiencia energética", añadió.