Actualizado 12/02/2009 20:02

Expertos defienden los transgénicos contra la crisis alimentaria, tras aumentar un 9,4% en 2008


MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

Expertos en agricultura defendieron hoy la importancia de las cosechas transgénicas como posible solución para aliviar el impacto medioambiental, mejorar la sostenibilidad de la producción agrícola y reducir los precios de los alimentos, tras la publicación del informe 'Estado global de los cultivos biotecnológicos en 2008', elaborado por el Instituto Internacional de Adquisición de las Aplicaciones Biotecnológicas (ISAAA, en inglés), que destaca un aumento del 9,4 por ciento de la superficie destinada a estos cultivos en 2008.

El pasado año el número de agricultores que cultivaron semillas modificadas genéticamente aumentó en 1,3 millones y se cultivaron 10,7 millones de nuevas hectáreas, lo que supone un incremento del 9,4 por ciento en la superficie de estas cosechas. Así, las cifras generales de 2008 alcanzan a 13,3 millones de agricultores en 25 países que cultivaron un total de 125 millones de hectáreas de cultivos transgénicos.

Asimismo, el año pasado significó la apertura a los transgénicos de países africanos como Egipto y Burkina Faso. "África es considerada la barrera final para los cultivos biotecnológicos y quizás es el continente que puede verse más beneficiado por ellos", aseguró el vocal de Relaciones Científicas de la Fundación Antama, Jaime Costa.

Asimismo, otros países en desarrollo como India y China se colocan en el 'top ten' de los países con cultivos tecnológicos con 7,6 millones de hectáreas cultivadas en algodón, y 3, 8 milllones destinadas a algodón, tomate, álamo, petunia, papaya y pimiento dulce respectivamente. .

En opinión del experto, las cosechas biotecnológicas tendrían repercusiones positivas en la accesibilidad a los alimentos, gracias a que conllevan un aumento de la productividad. Además, facilitarían la reducción de los costes de producción, que influye a su vez en una caída de los precios.

CRÍTICAS A LA POLÍTICA DE LA UE

Por su parte, Costa señaló el estricto reglamento de la Unión Europea como uno de los escollos para la inversión en tecnología genética agrícola. En este sentido, comentó que en España "sólo está autorizada una modificación genética para cultivar".

Para el vicepresidente de la Fundación Altama, Carlos Vicente, el proceso de aprobación de las autoridades europeas "es lento, ya que a posiciones ideológicas, no científicas". Así, explicó que en el continente europeo "han pasado más de once años desde que se aprobó el maíz BT, el único cultivo que hay autorizado".

Según Vicente, en el resto del mundo, "no sólo se cultiva en más superficie, sino que que con hasta tres modificaciones genéticas". Por ello, calificó de "reto" la situación de la UE con respecto a los transgénicos. "Si seguimos así, no cogeremos el carro", sentenció.