CÓRDOBA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Técnicos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía están preparando un informe, que será sometido a la Comisión Provincial de Patrimonio, sobre la memoria de actuación del control arqueológico preventivo, ya concluido, que se ha llevado a cabo en la base del arco que comunica la nave 17 de la Mezquita-Catedral de Córdoba con el Patio de los Naranjos, con motivo del proyecto del Cabildo Catedral de instalar en dicho arco una puerta, para facilitar el acceso de procesiones al interior del templo en Semana Santa.
Fuentes de Cultura han explicado a Europa Press que la citada memoria de actuación del control arqueológico "está siendo analizada y comprobada
por los técnicos", y su informe al respecto, una vez emitido, "se elevará, mediante ponencia técnica, a la Comisión Provincial de Patrimonio, que dará por concluida la actividad y dictaminará las cautelas a seguir".
El control arqueológico, cuya ejecución fue autorizada por Cultura el pasado enero, "fue necesario realizarlo para valorar la posible afección que pudiera ocasionarse a los restos arqueológicos", con motivo de la retirada de la celosía de madera, instalada en los años 70 del pasado siglo, que cerraba la comunicación entre la nave 17 y el Patio de los Naranjos, y ante el proyecgto del Cabildo de colocar en su lugar una réplica de la celosía, pero abatible.
Sin embargo, el Cabildo Catedral de Córdoba, a tenor de los resultados del control arqueológico realizado y para velar por la integridad del muro Norte de la Mezquita-Catedral, plantea ahora que la llamada segunda puerta no sea la mencionada réplica abatible de la celosía de madera maciza ya retirada, tal y como ya se había previsto y aprobado, sino que se coloque una puerta de cristal transparente de doble hoja.
En cualquier caso, habrá de ser la Comisión Provincial de Patrimonio la que, tomando como base el informe que ahora elaboran los técnicos de Cultura, adopte el acuerdo que corresponda, que "se le comunicará al
Cabildo Catedral mediante la resolución correspondiente, según establece
la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía".
Fue el deán presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya, quien explicó la pasada semana que el diseño de ese nuevo proyecto de segunda puerta que ahora se propone "no debe ser un trabajo solo de los arquitectos del Cabildo, sino también conjuntamente con los arquitectos de la Junta de Andalucía, de la Delegación de Cultura en Córdoba, para que, una vez que nos sentemos, veamos cuál es el efecto mejor".
La necesidad de modificar el proyecto de segunda puerta ha surgido como consecuencia del control arqueológico, cuya memoria de actuación estudian ahora los técnicos de Cultura, y gracias al cual se ha descubierto, según señaló Pérez Moya, no solo que el proyecto inicial previsto tendría difícil encaje, sino que la celosía retirada "era de una anchura desproporcionada y, cada vez que cambiaba el tiempo", presionaba sobre el muro "de una manera horrible", según han asegurado "los arquitectos conservadores y los arqueólogos".
En consecuencia, según advirtió Pérez Moya, si se volviese a colocar la celosía retirada en el arco ahora abierto en el muro Norte del monumento, que da al Patio de los Naranjos, se tendría que "prever que dentro de unos años habría que reforzar el muro", lo que quiere decir que la celosía retirada, al igual que las otras tres que aún cubren otros tres arcos, suponen "una amenaza para la estructura del muro Norte de la Mezquita-Catedral".
La solución, según argumentó el presidente del Cabildo, dado el riesgo que suponen las celosías para el monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pasa porque "todos busquemos la razón, el método científico y que podamos llegar a unas conclusiones que sean para todos evidentes", en cuanto a "cómo poder corregir esa influencia negativa que tienen sobre el muro" las celosías.
