Publicado 04/11/2016 16:32

Centros de salud de Jaén-Norte hacen en lo que va de año 2.126 retinografías a diabéticos

JAÉN, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los centros de salud del Distrito Sanitario Jaén-Norte han realizado un total de 2.126 retinografías a pacientes diabéticos durante los nueve primeros meses de este año 2016. Esta prestación es fundamental para detectar de forma precoz la retinopatía, porque es una enfermedad que aparece sin síntomas y deriva en ceguera

La distribución de estas pruebas diagnósticas, llevadas a cabo con aparatos digitales de última generación, y según se informa desde la Delegación de Salud, ha sido de 1.136 en el centro de salud Virgen de Linarejos, de Linares; 572 en el Virgen de la Cabeza, de Andújar; 177 en el de Santisteban del Puerto, 122 en el de Bailén y 119 en el de Arjona.

Este tipo de atención del sistema sanitario público andaluz se enmarca en el programa de detección precoz de la ceguera diabética, que es una de la líneas principales del Plan Integral de la Diabetes de la Consejería de Salud de la Junta, cuyos principales objetivos son reducir la incidencia y el impacto de esta patología en la comunidad autónoma, elevar la calidad de vida de estos pacientes y mejorar la asistencia que reciben.

Este programa pretende adecuar la oferta de servicios a las necesidades de la población y aumentar el grado de conocimiento e información sobre esta enfermedad, además de fomentar la formación de los profesionales y la investigación para la lucha contra este problema de salud y sus repercusiones.

El paciente diabético, que no se ha hecho esta prueba o no ha acudido a una cita con un especialista, debe visitar a su médico de familia o a su enfermera de su centro de salud para informarse sobre cómo acceder a esta prestación.

El retinógrafo digital es un instrumento electromédico que realiza una fotografía en la retina del paciente sobre la que repercuten los daños o lesiones que puede producir la diabetes. Si no se detecta nada en esta prueba diagnóstica, se debe continuar un programa de seguimiento con chequeos cada dos años. Pero si el médico de familia sospecha u observa algún problema, contactará con el oftalmólogo para realizar una segunda valoración, que de forma definitiva establecerá el tratamiento adecuado si es necesario.