JAÉN, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Jaén, ante la pandemia global provocada por el coronavirus, ha reorganizado su servicio con el objetivo de garantizar "la máxima protección y seguridad" de sus profesionales y usuarios.
De esta forma, ha mantenido la actividad asistencial "a pleno rendimiento, garantizando la calidad y seguridad para aquellos pacientes que deben recibir su tratamiento con radioterapia", según ha explicado en un comunicado de la Junta.
Para ello, se han puesto en marcha una serie de iniciativas basadas en las recomendaciones establecidas por parte de las sociedades científicas oficiales.
Las revisiones periódicas se han adaptado con la idea de mantener el confinamiento y evitar la exposición de los pacientes al ámbito hospitalario. De esta manera, realizan revisiones telemáticas y telefónicas en las que los médicos hacen una entrevista y valoran las pruebas realizadas. Posteriormente, se les envía un informe con los resultados y la cita para la próxima visita.
Por otra parte, en los pacientes que acuden por primera vez a este servicio para valorar la necesidad de tratamiento radioterápico y la realización del mismo, también se han establecido una serie de novedades.
Una de ellas ha supuesto ser valorado previamente cada caso por un oncólogo radioterápico, teniendo en cuenta la patología que presente y siempre que proceda realizar dicho tratamiento se hará la primera visita presencial. De tal forma, se ha potenciado la prestación por acto único, ya que en dicha visita se realiza el TAC de simulación y la valoración por Enfermería.
Los tratamientos están basados en la evidencia científica y en la "alta capacidad tecnológica" de la que dispone el hospital, priorizando el hipofraccionamiento, lo que supone más dosis en menos sesiones de tratamiento. Esto ha permitido que el número de veces que el paciente tiene que desplazarse al hospital se haya reducido "al mínimo posible", según ha explicado la Junta.
De igual manera, por vía telemática se ha establecido un sistema de comunicación con los servicios que pueden apoyar el tratamiento, como los profesionales de Oncología Médica o diferentes áreas quirúrgicas, para que se realice la primera visita el mismo día y coordinar el tratamiento quimioterápico y radioterápico, lo que supondrá "la mínima molestia" y desplazamientos para el paciente.
Al llegar a este servicio, se realiza un triaje previo, para que todos los pacientes sean testados por su médico de referencia y servicio de enfermería y, así, detectar "precozmente" la infección Covid-19 y realizar las pruebas diagnósticas necesarias.
En caso de que algún paciente oncológico sea diagnosticado con Covid-19 y requiera de manera "no demorable" iniciar o proseguir con el tratamiento radioterápico, se ha establecido un circuito diferenciado, en el que se ha habilitado una sala de espera propia, separada de las salas de espera del resto de pacientes.
Los pacientes disponen de baños propios y se les realizará su tratamiento respectivo con las medidas de seguridad establecidas por el hospital, de manera que no suponga para ellos "detrimento alguno" en la asistencia y no haya riesgo para el resto de pacientes.
Durante el tratamiento, en la sala de espera existen carteles informativos sobre la necesidad de distanciamiento de "al menos" metro y medio y acerca de las medidas higiénicas que se debe mantener.
Igualmente, dispondrán, antes de entrar al área de tratamiento, de sistemas de desinfección de calzado y de gel hidroalcohólico con el que realizar la higiene de manos. Todos deben llevar mascarilla quirúrgica en sala de espera. En caso de no disponer de propias, se les proporciona en el servicio.
A diario se realiza una entrevista dirigida a pacientes "a priori" asintomáticos para Covid-19, para detectar "precozmente" síntomas o signos compatibles con dicha infección.
En los pacientes "más sensibles", como los que presenta tumores localmente avanzados que tiene esquemas de tratamiento severos combinados con quimioterapia, el cribaje se realiza con enfermería y con su médico de referencia, para disminuir la incidencia de efectos secundarios que puedan llevarlos a una situación de "mayor vulnerabilidad".
Todo el personal sanitario que esté en contacto con los usuarios "mantiene las medidas de seguridad establecidas por el servicio de Medicina Preventiva del hospital, con guantes, mascarilla, uniforme correspondiente y, en caso de ser necesario, EPI".