Publicado 21/11/2023 13:58

Ospina Abogados.- El jurado del ariete reprende a los testigos: "Boris Johnson pidió disculpas por sus fiestas, ¿usted se enteró?"

Juicio de la denominada 'patada en la puerta'
Juicio de la denominada 'patada en la puerta' - EUROPA PRESS

Una testigo declara que el jefe de la comisaría le reconoció que se les "había ido de las manos" a los agentes

MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El jurado popular que juzga a seis agentes de la Policía Nacional por acceder con un ariete en un piso para disolver una fiesta en pandemia ha reprobado a los asistentes con preguntas como si eran conscientes de la gravedad de lo que hicieron en momentos en los que incluso el entonces primer ministro del Reino Unido Boris Johnson pidió disculpas por sus fiestas en Downing Street y dimitió por ello.

La interpelación de los miembros del tribunal se ha producido en el turno de preguntas a una de las jóvenes que asistió a la fiesta que se celebró el 21 de marzo de 2021 en un piso de la calle Lagasca y que propició la intervención policial a juicio en este procedimiento.

Esa madrugada, unas catorce personas se reunieron en el piso 2C del número 18 de la calle Lagasca. Se juntaron personas de diferentes nacionalidades y algunas no se conocían, algo que llevó a los policías a sospechar de que podía ser un lugar dedicado a organizar fiestas clandestinas.

En aquella época los restaurantes cerraban a las once y estaba prohibido reunirse en viviendas a excepción de los convivientes al ser una de las épocas mas dura de la pandemia, que entonces se cobraba a diario miles de muertos en toda España. Su incumpliendo suponía elevadas multas administrativas.

"¿Usted es consciente de que en un país como el Reino Unido, de la nacionalidad del inquilino, su entonces primer ministro pidió disculpas por realizar fiestas y dejó su cargó. Se da cuenta de la gravedad de los hechos. Si Boris Johnson pidió disculpas públicamente por estas fiestas. ¿Usted se enteró?", le ha preguntado el presidente de la sección, leyendo una pregunta formulada por el jurado. La respuesta ha sido "no lo sabía".

La batería de preguntas lanzadas por el tribunal se produce debido a que los asistentes se negaron a abrir la puerta para no ser sancionados por incumplir la normativa Covid. "¿No consideraba correcto abrir la puerta en aquellos momentos?, ¿Para usted que significa la autoridad?, ¿Ustedes llevaban mascarillas?, ¿Le importaba que la gente muriese por covid?, ha planteado el jurado.

Ya en los interrogatorios, tres de las asistentes han denunciado en el juicio que los policías les cachearon por completo en el baño después de "reventar la puerta" con un ariete, una situación que han tachado de "humillante" y en la que se sintieron "indefensos". Una de las jóvenes detenidas ha declarado que el jefe de la comisaría a la que le trasladaron le reconoció que "se les había ido de la manos" a los agentes.

"Me sentí violada literalmente en esos momentos. Yo y mis compañeros", ha aseverado una de las testigos a preguntas del abogado Juan Gonzalo Ospina, que ejerce la acusación particular en nombre del inquilino del inmueble.

A los agentes se les juzga por la presunta comisión de un delito de allanamiento de morada, por el que se enfrentan a dos años y medio de cárcel. La fiscal y las defensas, entre ellas la Abogacía del Estado, solicitan la absolución al considerar que accedieron al considerar que se estaba cometiendo en el interior un delito flagrante.

Los vecinos que alertaron a la Policía manifestaron ayer que el ruido era desesperante, que se producía a diario por la noche y parecía que tenían encima "un tablao de flamenco", por lo que tuvieron que avisar a la autoridad. "Era un infierno", comentó uno de los residentes.

"INDEFENSOS"

Según los testigos, esa madrugada se negaron a abrir la puerta al no querer ser multadas por incumplir las normas de la pandemia de aquella época. "Nos reventaron la puerta. Jamás de los jamases hubiera pensado que podían hacer eso. Nos sentimos indefensos. Fue la peor experiencia de mi vida", ha relatado una de las mujeres que se encontraba en el piso.

Durante este interrogatorio, el presidente del tribunal ha apercibido a la testigo y le ha recordado que es obligatorio decir la verdad, dado que de lo contrario podría incurrir en un delito. "Ya se lo he recordado cuatro veces", le ha interpelado el magistrado ante las afirmaciones contradictorias.

Los asistentes eran conscientes de que incumplir el entonces toque de queda suponía una multa pero nunca una intervención como la que hizo la Policía en la que resultaron detenidas varias personas.

Entre los testigos figura una mujer que fue detenida después de que increpar y resistirse ante la autoridad. Esta joven, bisnieta de un ministro franquista, alegó falsamente que el inmueble "era de su propiedad privada" y llamó "guarras, zorras y traidoras" a las mujeres que manifestaron a los agentes que querían salir.

En su declaración, esta joven ha relatado que estaban tranquilos tomando una copa y sobre las 1 de la madrugada les llamaron a la puerta. "Mire por la mirilla y no vi normal la estética. Llevaba una especia de bombona de butano. Tenía dudas de que fueran policías. Al final acabaron entrando y me detuvieron", ha narrado la chica.

La testigo solicitó un 'habeus corpus' en los Juzgados de Plaza de Castilla para comparecer ante el juez. Tras queda libre, según ha dicho, el jefe de la comisaría del barrio de Salamanca le comentó que la intervención "se les había ido de las manos".

Los acusados defienden que actuaron conforme a la legalidad ante la existencia de un delito flagrante por desobediencia grave frente a la negativa de los asistentes a identificarse hasta en 28 ocasiones, lo que les habilitó a acceder al interior sin necesidad de una orden judicial.

Las defensas mantienen que en el piso se estaba cometiendo una desobediencia grave a agentes de la autoridad; un delito de emisión de ruidos; otro delito de lesiones psíquicas; y delito de acoso o mobbing inmobiliario.

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