VITORIA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Diputación foral de Álava ha dado por finalizado el proyecto de recuperación y restauración del retablo fingido o pinceladura del siglo XVI y del retablo de pinturas del siglo XVII de la Iglesia de San Martín de Bachicabo.
En un comunicado, la institución foral ha informado de que el objetivo de esta iniciativa, además de recuperar dos bienes artísticos "muy notables", era contribuir a potenciar el turismo cultural en esta zona alavesa.
La solución hallada en Bachicabo, el adelantamiento del retablo de talla dentro del presbiterio, adosado a un ensamblaje de madera que remeda el ábside del templo, va a permitir contemplar los dos bienes "más notables" que atesora esta iglesia sin grandes alteraciones respecto a su disposición original.
En este sentido, se puede observar el retablo fingido pintado a la cal a mediados del siglo XVI y oculto hasta tiempos recientes, así como el retablo de fusta barroco que acoge varios lienzos.
En cuanto al edificio, se trata de una iglesia edificada de nueva planta en el siglo XVI que consta de una nave con dos tramos, una cabecera ochavada, un coro en el hastial y una torre a los pies. La nave elevada está cubierta por bóvedas estrelladas que se apoyan en ménsulas formando una cruz en el segundo tramo, una rueda en el primero y un rombo en la cabecera.
La percepción del edificio es diferente desde el exterior, ya que se presenta como un bloque con líneas rectas cortado por contrafuertes de sección doble y rodeado por una cornisa con gárgolas.
RETABLO Y PINCELADURA
La traza del retablo es mixta, con la idea de albergar dos tallas y varios lienzos que se habían donado años antes. A su vez, el retablo se adapta a la cabecera ochavada del ábside y llega en altura hasta los arranques de los nervios de la bóveda. Está compuesto de dos cuerpos y un ático, divididos en tres calles.
Por su parte, la pinceladura es la denominación de época con la que los propios artistas y sus patronos designaban a la pintura mural al temple de las iglesias.
Su finalidad era dar un acabado renacentista a fábricas góticas de mampostería, dotar a los paramentos y bóvedas de un ornamento a la antigua e ilustrar una catequesis por medio de retablos fingidos, cielos, medallones e imágenes.
