Mendoza (PNV) cree que no se puede "reducir la democracia" al ejercicio electoral y a "simples lógicas aritméticas"

Presentación en San Sebatsián del Curso de Verano 'Democracia y Gobernanza: ¿cómo hacer frente a la crisis de la democracia?'
Presentación en San Sebatsián del Curso de Verano 'Democracia y Gobernanza: ¿cómo hacer frente a la crisis de la democracia?' - DFG
Publicado: jueves, 1 junio 2023 13:12

No ve "lícito deslegitimar los consensos y decisiones adoptadas dentro de las reglas de juego democráticas" simplemente porque no gusten

SAN SEBASTIÁN, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

La diputada foral de Gobernanza, Eider Mendoza, ha subrayado que no se puede "reducir la democracia al ejercicio electoral de cada cuatro años" y tampoco a "simples lógicas aritméticas". Además, ha alertado de hay que "tener cuidado con las actitudes, discursos y comportamientos que debilitan la democracia" y ha subrayado que "no es lícito deslegitimar los consensos y las decisiones adoptadas dentro de las reglas de juego democráticas, simplemente porque no nos gustan".

Mendoza ha realizado estas afirmaciones en la inaguración en San Sebastián, junto a la rectora de la Universidad del País Vasco, Eva Ferreira, del Curso de Verano 'Democracia y Gobernanza: ¿cómo hacer frente a la crisis de la democracia?', impulsado por la Diputación Foral junto a la UPV/EHU en el marco de Etorkizuna Eraikiz.

En su intervención, la también candidata del PNV a diputada general de Gipuzkoa ha remarcado que la democracia "es compromiso, es reconocimiento del diferente, es la gestión del pluralismo, es debate (y no evitarlo), es la capacidad de llegar a acuerdos". "Eso es democracia y tenemos que defenderla", ha enfatizado.

De este modo, ha sostenido que, "en una época política marcada por los personalismos, tenemos la suerte de contar en nuestra tradición y el sistema institucional democrático, con parlamentos, juntas generales y corporaciones municipales, es decir, espacios para compartir ideas y proyectos entre diferentes, con el fin de alcanzar acuerdos por el bien común".

No obstante, Mendoza ha advertido de que hay que "tener cuidado con las actitudes, discursos y comportamientos que debilitan la democracia" ya que, según ha dicho, "la historia nos enseña, que en nombre de la democracia se han ocultado muchas veces, actitudes destructoras y proyectos totalitarios".

Por ello, ha incidido en que "no es lícito deslegitimar los consensos y las decisiones adoptadas dentro de las reglas de juego democráticas, simplemente porque no nos gustan" y ha alertado de que "últimamente vemos con preocupación, el aumento de este tipo de actitudes y posiciones políticas, también en nuestro entorno".

GOBERNANZA COLABORATIVA

En torno a 90 representantes institucionales y del tejido asociativo y académico de Gipuzkoa se han dado cita, con el aforo completo, en un curso que tiene como objetivo abordar los retos de la administración pública en el contexto actual y profundizar en el concepto de gobernanza colaborativa como estrategia para fortalecer el espacio deliberativo y la acción democrática de las instituciones públicas.

Tras la apertura institicional se ha celebrado un coloquio entre Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid y ex-presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), y Alfonso Unceta, catedrático de Sociología de la UPV/EHU, moderado por Xabier Barandiaran, responsable de Estrategia de Etorkizuna Eraikiz y director del Curso.

Unceta ha recordado cómo "después de la Segunda Guerra Mundial se produce un gran acuerdo entre la política y la ciudadanía, percibiendo la democracia como una conquista, una forma de vida, que provee bienestar y garantiza unos derechos" y se prolonga durante toda la segunda mitad del siglo "junto a la consolidación de las clases medias y mientras funciona el mecanismo del ascensor social".

Sin embargo, ha señalado que "ese 'hada democrática' empieza a fallar y se producen un distanciamiento, y una evolución de la política de la ideología a la gestión, con una creciente incapacidad para ofrecer ideas y expectativas".

Vallespín ha puntualizado que "la democracia siempre ha estado en crisis porque el ideal democrático es muy exigente y surgen dificultades al contrastarlo con la práctica". En su opinión, "el cambio es que ya no nos preocupa tanto la calidad de la democracia, de ese ideal, sino que hemos empezado a preocuparnos de que haya daños irreversibles y desaparezca". "Antes queríamos más y mejor democracia y ahora nos conformamos con mantenerla", ha alertado.

Según el catedrático, "el contexto ha cambiado radicalmente, las grandes transformaciones, tecnológico digitales, la inteligencia artificial, el cambio climático, el envejecimiento ponen en cuestión la mejora progresiva de las condiciones de vida".

En este sentido, ha incidido en que "la amenaza no son tanto los populismos como las condiciones que favorecen su aparición y el voto a opciones contrarias al pluralismo y los valores democráticos". "Se buscan soluciones en modelos políticos del pasado, como el cierre de fronteras, el estado-nación o la homogeneidad étnico-cultural, cuando lo que hace falta son nuevas preguntas, y liderazgos que preparen a la sociedad para nuevos fenómenos que exigen una reestructuración completa", ha afirmado.

"Vivimos en escenarios complejos, sistemas políticos multinivel y sociedades hiper-complejas, pero sin embargo la dinámica es buscar culpables a través de mensajes hiper-simplificados. Esto afecta al diálogo democrático, que tiende a evitarse en detrimento de mensajes simples y emocionalizados. Cuesta más argumentar, y cuanto más difícil es la política en cuestión más difícil es debatirla", ha asegurado.

Así, ha afirmado que "se tiende a la demagogia en torno a potenciales soluciones que no son tal. Se erosiona la cultura política liberal, el respeto al adversario político, la tolerancia sustituidos por una polarización en la que nos adherimos a una tribu política pensando que el otro es el malo. Es un fenómeno patológico".

Unceta ha incidido en la misma línea, afirmando que "las emociones marcan los compartimentos político-electorales. Triunfan opciones que venden ilusión y elevan la autoestima ciudadana, porque la gente necesita revulsivos, pero eso nos coloca en la antesala del populismo. El ejemplo lo tenemos en Francia, donde las clases medias ya ponen en cuestión todo el sistema por su incapacidad para dar respuesta a sus aspiraciones materiales".

Vallejo ha insistido en que "en un contexto de la economía de la atención lo que capta la misma son las emociones", y ha instado a "conjugar la representación, la participación y la deliberación buscando mecanismos paralelos como las asambleas ciudadanas ayudadas por personas expertas, que se están produciendo con un éxito notable en distintos países en cuestiones como las medioambientales. Donde se delibera y se partipa, se dota de mayor legitimidad a la discusión pública".

Unceta ha concluido la conversación aclarando que "la gobernanza y la participación son medios, no fines en si mismos, y que la gente solo se sumará si los temas le interesan, por lo que es fundamental saber dónde están sus preocupaciones y acertar al plantearlas. Y a su vez, es necesario que todos estemos dispuestos a responsabilizarnos sobre nuestras decisiones".

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