Luis Salaya, alcalde de Cáceres - AYUNTAMIENTO DE CÁCERES
CÁCERES, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El grupo de trabajo creado en el Ayuntamiento de Cáceres ante la infección del coronavirus ha decidido suspender todas las actividades culturales, deportivas y de ocio previstas en la ciudad para los próximos días, y ha determinado que se cierren todos los centros públicos en los barrios y las dependencias municipales, a excepción del edificio principal del ayuntamiento.
Se mantendrá el Registro General aunque se recomienda la realización de trámites a través de las sedes electrónicas. No obstante, en el servicio municipal se dividirá el equipo de trabajo en dos salas para evitar que los empleados estén juntos en el mismo espacio. También se trabaja en ampliar los plazos de los procesos administrativos para dar más garantía jurídica y se facilitará el teletrabajo a unos 300 empleados para prevenir infecciones entre los trabajadores.
Respecto al Pleno ordinario del jueves de la próxima semana se está estudiando la posibilidad "legal" de hacerlo a puerta cerrada para no permitir la entrada de público, y se intentará "que sea lo más rápido posible", ha dicho el alcalde de la ciudad, Luis Salaya, que ha comparecido ante los medios para informar de las últimas medidas adoptadas en relación con el coronavirus.
"La filosofía es que el ayuntamiento mantiene abiertos solos los recursos para su funcionamiento, para afrontar esta crisis y dar un buen servicio y prioriza la autoprotección de los empleados para garantizar que, pase lo que pase, todo sigue funcionando como tiene que funcionar", ha dicho el alcalde en una comparecencia ante los medios.
Así, no habrá actividad en las ludotecas municipales, ni en el Espacio para la Creación Joven, ni en el edificio Valhondo, ni en los centros cívicos de los barrios. También se suspenden las actividades del programa 'Cáceres Naturalmente' que se iban a celebrar en diversos espacios de la ciudad.
Se suspenden todas las actividades deportivas de las escuelas municipales y se cierran las salas de estudio y bibliotecas municipales, así como los centros turísticos de la Torre de Bujaco, el centro de interpretación de Semana Santa, el Baluarte de los Pozos, etc.
BODAS CIVILES CON SOLO 10 PERSONAS
Sobre las bodas civiles programadas se recomienda la asistencia únicamente de los contrayentes y los testigos y, en todo caso, se celebrarán en el Salón de Plenos del edificio consistorial con la asistencia máxima de 10 personas.
También se está estudiando la posibilidad de cancelar los mercados de venta ambulante en la ciudad y, en general, se suspenden todas las actividades programadas por la administración municipal que supongan concentraciones de ciudadanos.
Todas estas medidas se aprobarán este viernes en la reunión de la Junta de Gobierno local según ha dicho el alcalde, que ha pedido "sensatez" y "un comportamiento responsable" a la ciudadanía ante la pandemia del COVID-19. Por ello ha recordado que deben cumplirse las medidas sanitarias, sobre todo, para proteger a las personas mayores y a los grupos de riesgo.
Salaya ha reconocido que algunas medidas que se están adoptando pueden ser "impopulares" o "pueden parecer exageradas" pero "también somos conscientes de la gravedad de la situación a la que nos enfrentamos y de la evolución de la infección y ojalá la conclusión sea que hemos exagerado", ha dicho. "Nos tenemos que poner en el peor escenario y por eso hay que suspender toda la actividad", ha incidido.
PERJUICIO GRAVE PARA EL TURISMO
En relación al impacto que esta crisis sanitaria puede tener en el sector turístico de la ciudad, el alcalde ha dicho que el ayuntamiento está en contacto con los hosteleros y "están muy preocupados con razón" porque "si las cosas evolucionan así las consecuencias económicas en la ciudad van a ser muy importantes".
"En una época de mucha afluencia turísitca vamos a tener un bajón importante y cuando todo esto pase tendremos que trabajar para levantar la economía entre todos. Entendemos que están asustados porque es una situación dura", ha subrayado el regidor.
Respecto a la Semana Santa ha indicado que no se ha tomado una decisión todavía excepto la de aplazar al año que viene la presentación prevista en Segovia el día 21. Salaya ha indicado que ha hablado con el presidente de las Unión de Cofradías Penitenciales y, aunque hay que esperar a la evolución de la crisis sí "hay preocupación" de que pueda suspenderse finalmente.
En el caso del festival Womad, previsto para mayo, se trabaja en incluir en el contrato una cláusula para poder aplazarlo con el objetivo de minimizar los gastos de la organización del certamen.