MÉRIDA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El avance incesante de la tecnología ha generado cambios vertiginosos a todos los niveles en los últimos veinte años, de tal forma que se han visto modificados los modelos socioculturales, políticos, económicos y, entre ellos, el modo de adquirir productos y servicios ha dado un giro de 180 grados, centrando el foco de atención en las compras digitales y reduciendo el uso de dinero en efectivo.
Y es que, aunque hablar de dinero puede llevarnos a pensar en las tradicionales monedas o fajos de billetes en efectivo, lo cierto es que cada vez es más frecuente realizar compras y transacciones a golpe de clic y sin rastro alguno de dinero físico.
Por este motivo, es conveniente diferenciar entre dinero virtual y dinero digital, que es cualquier intercambio monetario que se hace por*un medio electrónico, como realizar una transferencia a tu hermano por esos billetes de tren que te compró la semana pasada o pagar con tarjeta la compra semanal en el supermercado.
Por el contrario, el dinero virtual es aquel que solo existe en su formato digital y, a diferencia del fiduciario, la moneda virtual es independiente, descentralizada y no está controlada ni respaldada por ningún banco o autoridad del gobierno.
Una de las monedas virtuales más populares es el 'bitcoin', que fue creado en 2008 por Satoshi Nakamoto con el objetivo de que se utilizase para hacer compras únicamente a través de Internet, pero en la actualidad y pese a sus más de diez años de funcionamiento en el mercado, este concepto puede resultar difuso o heterogéneo para muchas personas debido a su carácter intangible y la gran variedad de monedas virtuales.
No obstante, aunque el bitcoin es una moneda intangible compuesta por una serie de*algoritmos matemáticos que representan unidades monetarias, esta moneda virtual también puede ser utilizada como medio de pago y se intercambia directamente entre las dos partes por medio de la red y sin necesidad de que haya un intermediario.
CUÁNTO VALE Y CÓMO SE COMPRA
Otra de las preguntas que pueden surgir al hablar de bitcoin es ¿cuál es su valor y cómo se adquiere? Pues bien, el precio del bitcoin puede consultarse diariamente en el CoinDesk Bitcoin Price Index, ya que los valores suelen cambiar a menudo y pueden variar de un día para otro.
Así, aunque el precio actual del bitcoin oscila los 3.000 euros, el valor de esta moneda virtual ha variado considerablemente a lo largo de su recorrido, pasando de costar solo algunos céntimos en sus comienzos, hasta alcanzar su valor más alto en diciembre de 2017, con un precio de 17.500 euros por bitcoin.
No obstante, y tras alcanzar su época dorada, en el año 2018 el precio del bitcoin experimentó una bajada alcanzando un valor de menos de 8.700 euros, una cifra que ha continuado disminuyendo hasta posicionarse en enero de 2019 a un precio de 3.000 euros por cada unidad bitcoin.
De esta forma, atendiendo a las distintas subidas y bajadas de precio, tanto el bitcoin como el resto de monedas virtuales pueden ser consideradas como uno de los activos más arriesgados, debido a su capacidad para generar rendimientos o pérdidas elevadas a partes iguales en un corto periodo de tiempo.
Respecto al método de compra, las bitcoins pueden adquirirse de forma online, usando dinero físico, intercambiando el virtual o a través de carteras virtuales para móviles y dispositivos tecnológicos que permiten guardar los bitcoins a modo de 'monedero'.
De esta forma, aunque el sistema bitcoin puede parecer abstracto o complejo, lo cierto es que dentro de todas las posibilidades que ofrece el comercio electrónico, es un método de pago que miles de negocios digitales como Amazon aceptan actualmente.
RIESGOS DEL BITCOIN
El sistema bitcoin puede parecer una forma sencilla y cómoda de realizar intercambios de dinero pero es conveniente saber que para hacer uso de esta moneda virtual, es necesario descargarse un software en el ordenador o en el móvil que sirve como 'monedero' virtual, y que genera una dirección bitcoin, la cual puede utilizarse para enviar y recibir dinero de otros usuarios.
De este modo, una vez que el usuario dispone de su dirección bitcoin, el envío y recepción es instantáneo y las transacciones con esta moneda implican una transferencia de valor entre dos direcciones bitcoin que son de carácter público, aunque de identidad anónima.
Pero, a pesar de que en teoría cualquier ordenador puede participar activamente en el proceso de creación de nuevas unidades de bitcoins, el dispositivo con el que el usuario opera requiere una elevada capacidad de procesamiento, motivo por el cual en la práctica, esta actividad se reduce a un grupo minoritario de actores que suelen utilizarla para invertir esperando una valorización y no para adquirir productos.
Por otro lado, el carácter descentralizado del sistema de bitcoin y el hecho de que las transacciones se realicen de forma directa entre el ordenante y el beneficiario sin ningún intermediario, dificulta la identificación y alerta temprana ante posibles comportamientos sospechosos de actividades ilícitas. Por ello, desde el punto de vista del fraude, el sistema bitcoin presenta una importante debilidad en comparación a otros medios de pago extendidos en el mundo online, como por ejemplo las tarjetas.
En consecuencia, el universo de las monedas virtuales de pago ofrece un amplio abanico de posibilidades e interacciones, pero también refleja un mercado con un futuro cuanto menos, incierto, ya que debido a la volatilidad del precio de la moneda y al hecho de que la mayoría de países no tengan legislación sobre ella, la moneda virtual puede evolucionar y convertirse en el principal método de pago en unos años o, por el contrario, acentuar su periodo de declive y terminar desapareciendo.