Un libro cataloga las cinco especies de árboles más amenazadas de Extremadura y avanza sus planes de conservación

Actualizado: miércoles, 28 noviembre 2007 13:47

En esta comunidad se habrán plantado a finales de 2008 un total de 9 millones de árboles en un periodo de seis años

MÉRIDA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El libro 'Los bosques de Extremadura. Evolución, ecología y conservación', en el que han trabajado durante cinco años personal de la Junta y de la Universidad de Extremadura, ha establecido un catálogo de las especies de árboles más amenazadas de la región, que por grado de riesgo son el tejo, el abedul, el carballo, el mostajo y el loro.

Este mismo libro, que fue hoy presentado en Mérida por el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, y por uno de los investigadores participantes en el proyecto, Fernando Pulido, establece las claves para la elaboración de planes de conservación de estas mismas especies.

En concreto, la especie más amenazada es el tejo ('taxus baccata'), catalogado como en peligro de extinción, con una población de 240 ejemplares, en seis poblaciones (grupos de árboles formados por más de 10 individuos) localizados en el norte de Cáceres.

Según el grado de riesgo, le sigue el abedul ('betula spp'), con unos 470 ejemplares, distribuidos en 17 poblaciones, y con la catalogación de vulnerable.

En cuanto al carballo ('quercus robur'), cuenta con una población de 1.013 ejemplares, en un total de 12 poblaciones. Pulido destacó que la presencia en Extremadura de este árbol, que es de origen centroeuropeo, es "muy interesante" porque en esta comunidad se ubica el límite sur de toda su área de distribución, y cuyos ejemplares albergan variante genéticas que en su opinión deberían ser objeto de estudio.

El siguiente árbol según el riesgo de supervivencia es el mostajo ('sorbus spp'), que cuenta con una población de unos 500 ejemplares, confinados al macizo de las Villuercas e Ibores. En esta misma zona se encuentra el loro ('prunus lusitanica'), que es la más abundante en el contexto extremeño, dado que hay unos 5.600 ejemplares, distribuidos en 27 poblaciones.

Sin embargo, esta es la especie para la que Extremadura supone un porcentaje más importante de su población europea, cifrada en unos 30.000 ejemplares, de forma que la región extremeña tiene una gran responsabilidad en la conservación de este árbol.

Para la elaboración de un plan de conservación, Pulido comentó que es necesario primero trabajar varios años en el conocimiento de la distribución y los factores que limitan a estas poblaciones.

El consejero de Medio Ambiente, recordó que este libro es fruto de un acuerdo suscrito entre la Junta y la Universidad de Extremadura en el año 2002, y que tenía por objeto, además de realizar un estudio sobre las especies más amenazadas, otras iniciativas como establecer una cartografía de los bosques extremeños y una evaluación del estado de forestación.

Sobre este punto, Navarro comentó que el 82 por ciento de los árboles evaluados por un estudio del Ministerio de Medio Ambiente en 2006 se encontraban sanos o ligeramente dañados, lo que sitúa a los bosques extremeños cuatro puntos por encima de esta categoría con respecto a la media nacional (78 %).

Sin embargo, esta situación mejora según los datos recogidos por la propia Consejería de Medio Ambiente, que eleva este diagnóstico hasta el 95 por ciento de los árboles de Extremadura.

9 MILLONES DE ÁRBOLES PLANTADOS.

El consejero aprovechó su comparecencia para ofrecer algunos datos sobre las actuaciones acometidas por el Plan Forestal de Extremadura. En este contexto, comentó que a finales de 2008 se cerrará un ciclo de seis años en los que en Extremadura se habrán plantado un total de 9 millones de árboles, para lo que se han invertido unos 130 millones de euros.

En concreto, dijo que 5 millones de árboles fueron plantados entre 2002 y 2006, y que entre 2007 y 2008 se sembrarán otros 4 millones de ejemplares de especies autóctonas, como alcornoques, robles y encinas, con intervenciones que han afectado a unas 12.000 hectáreas de ambas provincias.

Entre las actuaciones concretas, se refirió a la sustitución de ejemplares eucaliptos por especies autóctonas, en un área de 1.700 hectáreas, localizadas en las zonas de Gata-Hurdes, las Villuercas-Ibores, la Siberia y zonas fronterizas tantos del norte como del sur con Portugal.

También ofreció Navarro algunas cifras con las que quiso desterrar algunos de los tópicos que indican que Extremadura es una tierra seca o semidesértica. En concreto, comentó que el 68 por ciento de los 4 millones de hectáreas que componen su territorio es superficie forestal, entre la que se incluyen los bosques densos, la dehesa o las riberas.

Además, el 30 por ciento del suelo extremeño está dedicado a la actividad agrícola, y el 2 por ciento restante a zonas urbanas y embalses.

VOLUMEN DIVULGATIVO Y CIENTÍFICO.

Sobre el libro, Navarro comentó que este volumen tiene un doble uso, tanto científico en forma de manual para universitarios, como divulgativo, debido a que ha sido confeccionado atendiendo a las características de cualquier lector interesado en los bosques extremeños.

Por su parte, Pulido subrayó que hay textos diferenciados para aquellos lectores que tengan un interés científico y quieran profundizar más en la materia, o por el contrario una atracción "más o menos superficial" por las masas forestales extremeñas. Por tanto, "no hay excusa" para no leer el libro, por cuanto hay partes destinadas a "cualquier tipo de ciudadano".

El consejero de Medio Ambiente, por otro lado, resaltó la importancia de conocer la situación en la que se encuentran los bosques extremeños, por cuanto "difícilmente se puede valorar y querer algo que no se conoce", y porque "cuando algo se quiere, se protege".

Al respecto, añadió que la Junta de Extremadura utilizará los estudios cartográficos del libro y los planes de conservación para aplicarlos en los próximos planes forestales que se pongan en marcha en la comunidad autónoma.

Los autores del volumen son el propio Fernando Pulido, Rubén Sanz, Daniel Abel, F. Javier Ezquerra, Alberto Gil, Guillermo González, Ana Hernández, Gerardo Moreno, Juan José Pérez y Francisco Vázquez.

'Los bosques de Extremadura. Evolución, ecología y conservación' hace un repaso histórico sobre la vegetación en Extremadura, analiza cada uno de los bosques más importantes de la comunidad, entre los que destacan los encinares, alcornocales, robledales castañares, quejigares, matorrales, riberas, sin olvidar la fauna que habita en ellos, los recursos que produce y los ya citados planes para su conservación.