SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Consellería de Medio Rural concederá "ayudas directas" a los propietarios forestales afectados por el ciclón Klaus y subvencionará la construcción de espacios de almacenamiento de la madera extraída hasta que tenga salida comercial a través de un fondo integrado por recursos de la Administración gallega y estatal.
Así lo afirmó el director xeral de Montes, Alberte Blanco, tras la reunión de la Mesa da Madeira, foro en el que están representados propietarios forestales, industrias de transformación y Administración gallega.
Los agentes del sector analizaron durante más de dos horas la situación originada por los vientos de hasta 200 kilómetros por hora en los montes de la comunidad, aunque, sobre todo, en los del norte de Lugo y A Coruña.
Según expuso Blanco, la prioridad en estos momentos es "cuantificar" las pérdidas para planificar las actuaciones e incluso a fin de determinar los fondos que dedicará la Xunta. "Varía muchísimo lo que puede o no hacer la Administración, mientras no se tenga --la cuantificación-- no se pueden establecer las prioridades de ayudas públicas", aseveró.
El titular de Montes apostó por ir más allá de las "impresiones subjetivas" al considerar que, pese a la elevada dimensión del área afectada es "limitada", es decir, "no significa que todo el monte del norte esté afectado". Por ello señaló que se realizarán "mediciones aéreas" por satélite para definir el impacto de Klaus y "acotar la dimensión de la catástrofe". Esta actuación no estará terminada antes de 20 días, como advirtió.
No obstante, Blanco avanzó que su departamento estudia establecer una subvención por hectárea de superficie o por tonelada de madera afectada y que estas ayudas, específicas para el sector forestal, se resolverán a través de una orden o bien mediante convenios con las asociaciones de propietarios "para conseguir la mayor agilidad posible en la resolución del problema".
Por lo de pronto, representantes de industrias, propietarios y Medio Rural volverán a reunirse la próxima semana para avanzar en la planificación de la metodología de retirada de la madera del monte. A este respecto, Blanco destacó que el proceso será "de varios meses e incluso un año", de forma que no se completará hasta principios de 2010.
MERCADO GALLEGO
Sobre la salida de la madera, defendió que podrá "ser absorbida" por el mercado gallego aún a pesar de la "caída en la demanda", a su juicio, el recurso dañado "sería perfectamente asumible por la industria de la madera".
Por el contrario, Blanco advirtió de que, al existir otras zonas del Estado y la UE afectadas por el ciclón --en la región francesa de Las Landas las pérdidas ascienden a 50 millones de metros cúbicos, como apuntó--, habrá "muchas dificultades" para destinar esa madera a los mercados internacionales.
A la situación generada por la catástrofe, se suman, según señaló, la crisis económica que afecta a todos los mercados y que está obligando a los gobiernos a realizar un "dragado de ayudas" a sectores que como el de la automoción atraviesan dificultades.
ESTIMACIONES DE DAÑOS
Pese a no aventurar cifras de madera o superficie afectada, Blanco descartó que ese daño represente el consumo anual de materia prima que realizan las industrias de transformación, en torno a los 7 millones de metros cúbicos, como aseguró el secretario xeral de la Asociación Sectorial Forestal Galega (Asefoga-Unións Agrarias), Jacobo Feijoo.
Esa madera caída no ascendería a ese volumen ni siquiera teniendo en cuenta que las empresas redujeron entre un 20 y 30 por ciento su demanda de materia prima, apostilló el director xeral.
En esta línea, Feijoo reconoció que los agentes del sector estiman que el recurso forestal perdido oscile entre los 1,5 y 3 millones de metros cúbicos, "entre un 25 y 50 por ciento del volumen de cortas anuales normales".
Por ello, Asefoga apuesta por "regular el ritmo de entrada de madera" en las fábricas a través de una reducción de las cortas de árboles. Feijoo sostuvo que esa actuación garantizará la salida de la madera y que no se produzca una disminución del precio pagado al propietario.
En este sentido explicó que los costes de extracción del recurso y su deterioro reducirán el importe abonado al dueño de la madera, por lo que insistió en la necesidad de que se "haga un esfuerzo para compensar al propietario".
CREACIÓN DE ZONAS DE ALMACENAMIENTO
Por su parte, la organización Promagal, que representa a 3.000 propietariores forestales de las comarcas de A Mariña, Ferrolterra, Ortegal y Ordes consideró prioritario garantizar la retirada de la madera e instó a la Administración gallega a sufragar los costes derivados de habilitar "dos o tres parques intermedios", es decir, zonas en las que apilar el recurso durante "uno o dos años sin problema".
Así lo indicó la presidenta de Promagal, Teresa Rañal, quien afirmó que "no tiene prisa la venta de madera sino su almacenamiento". Sobre esta cuestión indicó que Medio Rural "estudia" la posibilidad.
A su vez, el presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes en Mancomún, Alberto Lema, también subrayó la urgencia de que se defina un procedimiento para extraer la madera dado que, según apuntó, mientras los propietarios no pueden iniciar las labores de repoblación y recuperación del espacio afectado. "Si realizasen alguna acción quedarían fuera de las ayudas", justificó.
Esta asociación asegura mantener un contacto directo con 1.000 de las 2.700 comunidades de montes mancomunicados de Galicia y 150 socios vinculados a su gestión directa.