Rural.- Asefoga pide el embargo y subasta de bienes de los incendiarios para resarcir económicamente a los afectados

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Sectorial Forestal de Galicia (Asefoga) pidió hoy que se embarguen y se subasten los bienes de los incendiarios para, de este modo, resarcir económicamente las personas afectadas por los fuegos que causaron.

"Se trata de un acto (plantar fuego) fácil, por ser penalmente barato", reprobó el el secretario de Asefoga, Jacobo Feijóo, en su comparecencia en la Comisión de Estudo de las causas de los incendios, donde denunció la "impunidad" con la que cuentan aquellos que están detrás de los fuegos, sobre los que aseguró que son "entes conscientes" de que están causando un daño y que, en su mayor parte, son "individuos que de un modo racional, y no patológico, buscan un beneficio".

En esta línea, insistió en que detrás de los incendios existe una acción "inteligente e intencionada" de las personas que "se aprovechan" de situaciones críticas, como en el caso de la ola incendiaria de agosto consideró que concurrió debido a la climatología adversa.

Por estos motivos, consideró necesarios mayores esfuerzos policiales, judiciales y legislativos para acabar con esta "impunidad", ya que advirtió de que enfocar la solución del problema "sólo" en la prevención y en la extinción es "radicalmente insuficiente", ya que se deja la "puerta abierta" al "factor humano", alertó.

MOTIVACIONES: PRESIÓN URBANISTICA

En estos "componentes de factor humano" en búsqueda de "beneficio", subrayó la "presión urbanística". Precisamente, recordó los planes para construir 600.000 nuevas viviendas en la costa gallega en los próximos 15 años y cuya viabilidad quedó en "entredicho" con la entrada del nuevo Gobierno.

De igual modo, citó entre las causas de los incendios forestales la actividad de la ganadería mostrenca ilegal; intereses de la actividad cinegética; el alejamiento de fauna salvaje; y motivaciones psicológicas.

Finalmente, criticó en su intervención la "descoordinación" del equipo de extinción de incendios durante la ola de fuegos de agosto y que "impidió que sofocasen los fuegos con eficacia". Además, aseguró que existieron "actitudes negligentes", que provocaron que se activasen niveles 1 de alarma (cuando las llamas amenazan vidas e inmuebles).

Por ello, Jacobo Feijóo defendió que se lleve a cabo una investigación "exhaustiva, técnica e independiente" y, mismo judicial, "si así lo requiere".

URGENTE RETIRADA DE LA MADERA

Por parte el director de CIS-Madera, Francisco Pedra, advirtió en la Comisión de Estudo de que restan cuatro meses para que se pueda retirar los más de 5,5 millones de metros cúbicos de madera quemada durante la ola incendiaria del 4 al 14 de agosto sin que esta pierda el 80% de su valor.

Pedra subrayó que se debe retirar lo "más rápido posible" esta madera, ya que alertó que, una vez quemada, "en cinco y seis meses la pérdida de su valor puede llegar al 80%", debido al ataque sufren de hongos y agentes patógeno que "la devalúan y degradan muchísimo y de un modo muy rápido".

El director del CIS-Madera asegura que la "premura" debe centrarse en primer lugar en la madera de calidad. En concreto, apuntó que la dedicada para la sierra debe retirarse en lo que queda de año, mientras que la destinada a la trituración debería estar totalmente fuera del montes a medidos de 2007.

"COMPLEJA" SALIDA EN EL MERCADO

Además, alertó que la puesta en circulación en el mercado de estos 5,5 millones de metros cúbicos de madera quemada pude provocar un "exceso" y "saturación", ya que recordó que el consumo anual se sitúa en siete millones de metros cúbicos y también se tiene que dar salida a madera verde no afectada.

Al respecto, reconoció que propietarios forestales no afectados por las llamas ven "complejo" el mercado, ya que existe un acuerdo entre productores e industria de dar prioridad a la madera quemada. Por ello, reclamó medidas que permitan "compaginar" la salida y venta de ambas maderas.

Pedra incidió también en medidas e incentivos para que los propietarios vuelvan a reforestar y situar su producción en la situación en la que estaban antes de la crisis incendiaria, ya que alertó de la existencia de "desánimo" de los propietarios, que "ven oscuro su horizonte de futuro", concluyó.