PONTEVEDRA, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
Ayuntamientos de la provincia de Pontevedra, la más devastada por las llamas desde que hace una semana se registren un centenar de fuegos diarios, han situado entre las 6.000 y las 1.000 hectáreas las superficie quemada por los incendios.
Así, el concejal de Medio Ambiente de Cotobade, Emilio Iglesias, valoró en 6.000 hectáreas la superficie quemada en los últimos días, una cifra que calificó de "barbaridad". La Mancomunidad de Montes de este ayuntamiento celebra hoy una reunión de urgencia para hacer una estimación de los perjuicios provocados por los incendios. No obstante, se mostró prudente ante la posibilidad de que se puedan reavivar algunos focos.
Emilio Iglesias aseguró que será "prioritario" para su ayuntamiento seguir adelante con los planes de aprovechamiento forestal que estaban en marcha, como un proyecto para construir una planta de biomasa y otras actividades relacionadas con la ganadería ecológica y la micología.
Con respecto a la actuación de los retenes del Ejército hacia los que expresó sus quejas en días pasados, el edil nacionalista señaló que "ahora están trabajando". "Me alegra decir que me equivoqué", añadió Iglesias.
El concejal de Soutomaior Ramón Fernández calculó que se han quemado entre "1.300 y 1.400 hectáreas" de terreno en este municipio, lo que supondría "un 80% de su masa forestal". Reconoció que la situación es de "tranquilidad", no obstante, se han suspendido todas las actividades de tipo socio-cultural, entre las que figuraban un festival folclórico internacional y un torneo de fútbol. "Si la situación mejora --explicó el edil popular-- se pensará en trasladar los actos a partir del 15 de agosto".
Por su parte, el alcalde de Cerdedo, José Balseiros, calculó en unas 1.000 hectáreas el terreno alcanzado por las llamas. Las rachas de viento y las altas temperaturas siguen siendo motivo de preocupación para el regidor local, que considera que "la normalidad sólo volverá cuando llueva". Balseiros explicó que "el riesgo es el mismo y que las cuadrillas municipales tienen como prioridad seguir alerta".
En este sentido, el alcalde emitió un bando en el que insta a los vecinos a contactar con los servicios de Protección Civil y la brigada de incendios municipal en caso de detectar algún incendio. Los efectivos fueron equipados con 'batelumes', mascarillas y trajes especiales adquiridos por el ayuntamiento para combatir el fuego.
PROCESIÓN DE SANTA MARIÑA
En cuanto a Campo Lameiro, el alcalde, Julio Sayáns, comparó la situación de los dos últimos días, que calificó de "malos malísimos", con la situación actual, que se presenta "más tranquila".
No obstante, aludió a un foco situado en Fragas "que cada día sobre las seis de la tarde intenta reavivarse". Sayans atribuyó este riesgo al viento, el calor y que "las brasas están metidas en la tierra".
El alcalde de Campo Lameiro consideró que el fuego ya lleva quemado "la tercera parte del ayuntamiento o cerca de la mitad" y no descartó que los vecinos de Fraga lleven en procesión la imagen de Santa Mariña hasta una fuente donde, según explicó, "en los veranos secos se la sacaba a pasear y a la semana siguiente llovía, un plazo de tiempo que no podemos dejar pasar", añadió.
En Pontecaldelas, su alcalde, Perfecto Rodríguez, explicó que el fuego ha arrasado "toda la zona oeste del ayuntamiento", que comprende las parroquias de Gradín, Paradela, Cuñas, Parada, Tourón, Xustáns, Taboadela e Ínsua.
La superficie quemada está sin valorar por fuentes municipales, pero se trata de terreno arbolado e incluso fincas. El regidor local calificó la situación actual de "tensa calma", a la espera de cómo evolucione la situación en los próximos días.
Frente a los momentos "difíciles" vividos del domingo al miércoles en Barro, la situación está "controlada", según el alcalde, José Antonio Landín. A los lugares de Curro y Portela afectaron incendios que procedían de localidades limítrofes y que "provocaron que la gran parte de la masa forestal esté quemada". La superficie afectada supone, según las primeras estimaciones del alcalde, "un 50 por ciento de la masa forestal" de Barro.
PENDIENTES DE VALORACIÓN
El concejal de Vilaboa Francisco Torres señaló que la próxima semana el grupo de gobierno se reunirá para elaborar una valoración de los daños causados por los incendios, que afectaron de forma mayoritaria a las parroquias de San Adrián de Cobres, Bértola y parte de Figueirido.
Torres justificó la ausencia de datos oficiales por parte del ayuntamiento a que "no hay tiempo porque el fuego no da tregua ni descanso". El edil socialista destacó la importancia de la vigilancia para "evitar que las llamas vayan a mayores. "El peligro importante ya pasó pero el riesgo sigue latente", añadió Francisco Torres.
El alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores, explicó que la jornada de ayer ha sido "más tranquila en toda la zona". Fernández Lores indicó que no dispone de datos relacionados con el número de hectáreas afectadas por el fuego, si bien precisó que las zonas más perjudicadas son el Monte da Fracha, en el que las masas forestales pertenecientes a las parroquias de Marcón y Verducido ardieron en un 90%, aproximadamente.
También el Monte do Acival, que se sitúa desde las parroquias de Santa María y San Andrés de Xeve hasta el embalse de Pontillón "ardió mucho". Para analizar la cantidad de terreno dañado, el alcalde se mostró partidario de recurrir a fotografías aéreas y planos cartográficos.
Los jefes de cuadrilla desplegados en el ayuntamiento de Poio comenzarán a partir de hoy a evaluar los daños provocados por los incendios en Samieira, Chancelas y A Escusa, las zonas más afectadas por las llamas. En A Estrada se mantenían activos dos focos de fuego en las parroquias de Olives y San Miguel de Barcala.
