SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Federación de Empresarios Productores de Lácteos (Feplac) denunció hoy "nuevamente" el "mal funcionamiento" del sistema de recogida de los animales muertos en las explotaciones ganaderas, que tarda hasta "una semana" y no cuenta con desinfección y análisis de los motivos de la muerte del animal. Por estos motivos, alertó que "se está poniendo en peligro" la sanidad del ganado gallego.
La Feplac informó de que ha presentado en los últimos años varias quejas en la Consellería de Medio Rural acerca de el "riesgo sanitario" que poseen las explotaciones, puesto que la recogida de los animales muertos tarda hasta una semana.
Además, criticó que los camiones con los animales muertos van desde una explotación a otra sin determinar antes cual es la causa de la muerte. Esta situación provoca, según alertó, "un riesgo sanitario ya que los vehículos no son higienizados, ni desinfectados".
Ante estos hechos, insistió en el riesgo de contagio que existe. Precisamente, a modo de ejemplo, nombró que la causa de la muerte del animal se puede deber a la tuberculosis y la brucelosis de la que ya se tiene algún foco, y la lengua azul, con la que recordó se vivieron momentos de "alta tensión por su rápida propagación el año pasado".
RESES MUERTAS EN EL FIN DE SEMANA NO RECOGIDAS.
La Feplac afirmó que a partir de la aparición de 'las vacas locas' los ganaderos se "vieron obligados" aceptar un seguro y un sistema de recogida "impuesto" pero, "pese a sus quejas", todavía no funciona. Además, recriminó que los camiones no son desinfectados, no respetan horarios, no cumplen los plazos. A todo esto, sumó el hecho de que, hasta hoy, las vacas muertas en el fin de semana no se han recogido en algunas explotaciones gallegas.
Como ejemplo, la federación nombró al municipio de Mesías (A Coruña) que este fin de semana tenía "alguna" vaca muerta "tirada en la orilla" de la carretera esperando pasara el camión de recogida. Además, desde el lunes algunos ganaderos esperan que se recoja otras más en su explotación y que no saben cuanto lo van a hacer, teniendo en cuenta los plazos de 36 horas establecidos.
Por último, apuntó que esta situación les ha hecho pensar en si tienen razón aquellos entes que afirman que el sistema "debe ser revisado y sustituido por otro más válido, ágil, barato y ecológico.