Rural.- Medio Rural evalúa como "ágil" la respuesta en extinción, aunque se ralentizó un 14% el tiempo de reacción

Actualizado: miércoles, 27 septiembre 2006 17:29

Un jefe técnico del operativo contraincendios reconoce que este servicio se debe "reformular" y pide un potente dispositivo policial

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Consellería de Medio Rural evaluó hoy como "bastante ágil" la respuesta dada por el operativo de lucha contraincendios durante la oleada de fuegos entre el 4 y 14 de agosto en Galicia, aunque reconoció que durante la crisis se ralentizó en un 14% el tiempo de reacción del servicio. Así, si antes del 3 de agosto tardaba en acudir a sofocar las llamas una media de 22 minutos, durante los doce días críticos fue de 25.

Estos fueron los tiempos que dio a conocer hoy en su comparecencia en la Comisión de Estudio de las causas de los incendios forestales el jefe de Servicio de Organización y Control de Medios del dispositivo de la Xunta de lucha contraincendios, Javier Márquez Alonso, quien ocupaba el mismo cargo en el anterior Gobierno gallego.

Precisamente, Márquez Alonso insistió en que el nuevo Ejecutivo gallego "no desmanteló" el dispositivo de lucha anterior, del que se mantuvo su "columna vertebral". Por ello, aseguró que protocolos, rutinas y gestión fueron "muy similar" al existente antes de la llegada del PSdeG y BNG a la Presidencia de la Xunta.

Este jefe de servicio aseguró que la respuesta dada por el equipo que dirigía durante la crisis incendiaria del 4 al 14 de agosto y que arrasó casi 78.000 hectáreas fue "bastante ágil" y consideró "aceptable" la gestión de la ola de fuegos. "Si la gestión no fuese correcta no se podría haber controlado todos los fuegos, tal y como se hizo, antes de las lluvias del día 16", argumentó.

No obstante, reconoció que sí se ralentizó el tiempo de respuesta de este servicio durante la crisis con respecto no sólo al que existía antes de la oleada de fuegos en casi un 14%, sino con la media de los últimos cinco años, en un 20%.

En concreto, fijó en 22 minutos el tiempo de reacción medio durante todo el presente año y hasta el 3 de agosto (víspera del inicio de la crisis incendiaria) de un operativo que tuvo que hacer frente a 4.163 fuegos, que calcinaron 9.695 hectáreas.

Una media un minuto mayor que la de los últimos cinco años, situada en 21 minutos y durante los cuales el servicio de extinción tuvo que controlar y apagar de media 5.666 fuegos que arrasaron 13.250 hectáreas.

"RAZONABLE" TIEMPO DE REACCIÓN

Por ello, Javier Márquez consideró "razonable" que durante la oleada de incendios del 4 al 14 de agosto, con 1.914 incendios que acabaron con casi 78.000 hectáreas, el tiempo de reacción se incrementase a 25 minutos.

En este sentido, recordó que el operativo de extinción con el que se contaba está "calculado" para un riesgo "medio y alto", pero "nunca" se podría dimensionar para "necesidades máximas o extremas" como las que se llegó a vivir esos doce días de agosto.

Por ello, reconoció que "sólo" con la incorporación de personas y medios del resto del Estado y la "presión policial" ejercida durante estos días --con detenciones que provocaron el descenso de fuegos-- "el dispositivo fue quien de controlar la crisis incendiaria".

De este modo, subrayó el gran despliegue de medios, "ágiles y cuantiosos". No obstante, incidió en "lo complejo" que resultó controlar los incendios debido a las condiciones meteorológicas adversas y a su nueva tipología, próximos a casas que obligaba a priorizar salvar vidas y bienes.

"El elevado número de medios no fue suficiente para muchas situaciones de alarmas", reconoció. Así, aunque aseguró que la "coordinación" del operativo fue "bastante fluida" y "sin agobios" --debido a estas "gran cantidad" de efectivos-- el dispositivo fue "distorsionado" por el "ataque" cerca de poblaciones.

No obstante, insistió en que la gestión que se realizó "fue determinante" para acabar con la crisis, ya que incidió en que "antes de la llegada de las lluvias, estaban todos controlados".

ACCIONS DE FUTURO

Tras esta evaluación de la situación vivida durante esos doce días de agosto, Javier Márquez consideró que Galicia debería contar con un "potente" dispositivo policial --"muy superior al actual"-- y de carácter "permanente".

Así, detalló que este dispositivo policial debería contar con una unidad central y cuatro secciones y estaría destinado a "investigar, disuadir y poner fin" a los incendiarios, que recordó que son los "verdaderos causantes".

De igual modo, abogó por "reformular a todos los niveles" el servicio de extinción, tras comprobar esta "nueva tipología" de incendios. Javier Márquez defendió que este nuevo operativo deberá "corresponsabilizarse" de los resultados obtenidos y advirtió que en su gestión "primará resultados en prevención".

Asimismo, apostó por brigadas "más profesionalizadas y más especializadas" y la creación de grupos de análisis, al igual que la de un centro de mando "avanzado".

Finalmente, consideró necesario "acelerar" la implantación de la nueva política forestal, que recordó que se inició a comienzo de esta legislatura, con actuaciones en materia de ordenación de montes, primando su carácter multifuncional y apostando por especies caudicifolias.

De la misma forma, adelantó que se tendrán que establecer medidas legislativas en materia de prevención y ordenación y apuntó para ello la nueva ley de prevención de extinción incendios y de montes de Galicia.