SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato Labrego Galego (SLG) denunció hoy "pasividad y dejadez" de una "parte importante" de las brigadas de extinción durante los primeros días de la crisis incendiaria que registró Galicia del 4 al 14 de agosto y que calcinó casi 78.000 hectáreas y provocó la muerte de cuatro personas. Por ello, demandó una investigación interna por parte de la Consellería de Medio Rural.
"Su participación en la extinción de incendios dejó mucho que desear con agentes de estas brigadas en tabernas o en sus coches a la espera de instrucciones mientras el monte ardía", alertó la representante del sindicato nacionalista, Carmen Freire, durante su intervención en la Comisión de Estudo sobre las causas y consecuencias de los incendios forestales.
Freire aclaró que este comportamiento "anormal" por parte de estas brigadas no fue el "causante" de la ola de fuegos que vivió Galicia, pero aseguró que sí "agravó" la crisis incendiaria de la primera quincena de agosto.
La representante del SLG argumentó esta denuncia en la vivencia de "muchísimos agricultores y ganaderos" a lo "largo y ancho del territorio gallego donde hubo incendios" y que así se lo trasladaron al sindicato.
Asimismo, estos agricultores también le comunicaron al sindicato que fueron víctimas de "bastantes impedimentos" para participar en las tareas de lucha contra el fuego por parte de estas brigadas, "hasta el punto de ser expulsados por la Guardia Civil", alegando que "no estaban capacitados".
Freire limitó esta actuación de "pasividad y dejadez" de una parte "importante" de las brigadas a los "primeros días" de la ola incendiaria lo que, a su juicio, provocó una "la expansión del problema". No obstante, destacó que, posteriormente, la situación fue corregida.
Asimismo, aseguró que el sindicato tiene "constancia" de una actitud por parte de las brigadas de "dejar arder los fuegos" hasta que llegaran a los caminos, "que actuaron como cortafuegos". "Fue una actitud de dejadez; de que se propague hasta aquí; y ya parará", resumió.
Ante este hecho, el SLG demandó a la Consellería de Medio Rural que abra una investigación interna sobre el "cambio de actitud" de las brigadas, "y para que actúe en consecuencia".
Finalmente, Freire justificó que estos vecinos o el propio sindicato no presentase denuncia alguna sobre estos hechos a que la gente se encontraba durante la crisis incendiaria "apagando ellos mismos los fuegos".
XX AA
Por su parte, Andrés Novo, representante del sindicato Xóvenes Agricultores (XX AA) y también de la plataforma de 'SOS contra o lume', incidió también en las críticas al operativo de extinción por contar con un "personal sin experiencia" con el que se dio una respuesta "nada profesional y especializada". Por ello, consideró un "fracaso" la gestión de esta crisis.
Por ello, atribuyó la crisis incendiaria a la "incompetencia y negligencia" del Gobierno gallego, que no tomó las "medidas necesarias para evitar" una ola de fuegos, "que no tuvo tipología novedosa ni excepcional"
Asimismo, consideró que la Consellería de Medio Rural "minusvaloró" el problema y "por culpa de la incompetencia, el pueblo actuó heroicamente saliendo con mangueras y cubos porque los medios profesionales no llegaban a tiempo".
UU AA
Por contra, el secretario general de Unións Agrarias (UU AA), Roberto García, sí avaló la existencia de una tipología nueva de incendios durante esta crisis, pero advirtió del "fracaso" de la lucha contra los incendios si sigue limitando su solución a la prevención y la extinción.
"Sólo será posible acabar con los fuegos si se logra un desarrollo rural que permita un campo viable sin conflictos sociales y sin distorsiones e influencias ajenas", defendió Roberto Castro.
Asimismo, también consideró "imprescindible" una "mayor eficacia policial y judicial" en la persecución de los incendiarios, ya que tildó de "mínimas" las penas.
En su intervención, el secretario general de UU AA alertó del uso del fuego como "herramienta" al que "mucha gente" recurre en la búsqueda de un "beneficio". Así, apuntó a su uso para la gestión agroforestal, ya que alertó de que sólo se descontrole el 0,5% de las 300.000 permisos anuales de quema que se conceden se originaría 1.500 fuegos. Ante esta situación, demandó una alternativa que suponga una gestión de la biomasa forestal diferente a este tipo de medidas.
De igual forma, Roberto García advirtió del uso del fuego contra la ganadería mostrenca; y también contra la fauna salvaje como lobos, jabalís o corzos.
GESTION SUBSIDIARIA DE LOS MONTES EN MAN COMUN
Entre la medidas que aportó para solucionar el problema de incendios, el secretario de UU AA defendió que la Xunta asuma de manera subsidiaria la gestión los montes en man común que se encuentren en un "estado de grave abandono".
Sobre esta cuestión, Roberto García recordó que el 90% de la superficie forestal está en manos privadas o en man común y por tanto, consideró "imprescindible" contar con los "propietarios" en las nuevas políticas forestales.