LUGO 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Unións Agrarias (UU.AA.), Roberto García, ha pedido este martes que se actúe con "contundencia" contra los proveedores de una hormona ilegal para aumentar la producción láctea, que se distribuyó por la Terra Chá y por la que han sido imputadas una decena de personas, entre ganaderos y distribuidores de esa hormona que se conoce como BST.
Según las investigaciones que lleva a cabo la Guardia Civil de Lugo, podrían haberse proporcionado hasta 5.000 dosis al mes de este producto que incrementa la producción, en vaca, entre cinco y seis litros al día, y que está prohibido en la Unión Europea.
Roberto García considera que se trata de "un tema mínimo dentro de la ganadería que tampoco debe generar alarma, desde que en muchos países del mundo están autorizadas aunque los beneficios económicos son de dudosa rentabilidad para el ganadero".
A su juicio, es "básico" que se actúe con "contundencia" contra, "estas personas, porque en el fondo tratan de poner en cuestión un sector en donde si hay algún producto que tenga una trazabilidad exquisita es la leche". "Hay que actuar contundentemente contra esta gente que se aprovecha de las graves circunstancias que viven las explotaciones de leche en Galicia", ha recalcado. García también quiso dejar claro que el uso de este producto no entraña riesgo para el consumo humano.
En la misma línea se ha manifestado el alcalde de Castro de Rei, uno de los municipios donde se extendió esta práctica. El popular Francisco Balado, en virtud de lo expuesto por "expertos", aprecia que "no reviste consecuencias para la cadena alimentaria".
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No obstante, admite que fue una "sorpresa" para el municipio "ver que hay gente y ganaderos que eran receptores de esta sustancia". "No es una circunstancia sumamente grave fuera de las consecuencias penales que traiga", ha sostenido.
Balado, finalmente, no cree que esto "dañe" la imagen de las explotaciones ganaderas, y reiteró el argumento de que "no reviste especial gravedad para la cadena alimentaria", añadiendo que "pronto" se olvidará esta incidencia. "No hablamos del mal de las vacas locas", ha concluido.