Alberte Blanco llama a un "consenso social y político" para cambiar los usos de un monte gallego "salvaje y poco productivo"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director xeral de Montes e Industrias Forestais de la Xunta de Galicia, Alberte Blanco, apostó hoy por la reformulación de los servicios contra incendios y una nueva política de actuación en los montes gallegos como "claves a corto plazo" para la puesta en marcha de una nueva política forestal tras la oleada de incendios de la primera quincena de agosto.
Según declaró Blanco a Europa Press antes de su intervención en una mesa redonda acerca de la política forestal autonómica en las jornadas de debate sobre el tema organizadas por la Asociación en Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega), los cambios en los servicios forestales pasarán por formalizar y mejorar la formación de las brigadas y ampliar el tiempo dedicado a la prevención y la extinción de forma continuada.
Asimismo, se abogará por "ampliar y mejorar" la plantilla de personal eventual y la especialización de las brigadas con más capacidad de combate contra los fuegos forestales, así como la ampliación de los medios basados en las nuevas tecnologías para la detección y actuación inmediata en los incendios.
En cuanto a las actuaciones a llevar a cabo "de forma inmediata" en los montes gallegos, el director xeral destacó que las acciones más urgentes se están desarrollando ya en las zonas quemadas y consisten en la restauración forestal y la regeneración de los montes.
Estas actuaciones incluyen además la protección de la erosión que previene los efectos de las lluvias caídas en los últimos días y trabajos preventivos con plantaciones de gramíneas para proteger los suelos y frenar el arrastre de tierra como consecuencia de las fuertes precipitaciones.
LARGO PLAZO
Por otra parte, Blanco señaló que las acciones que se tomarán "a largo plazo" consistirán en "una serie de planes" que se consensuarán en el Consello Forestal de Galicia en los que se tratará "fundamentalmente" de definir una nueva política forestal basada en cambios en las plantaciones.
En este sentido, destacó que todos estos cambios "llevarán muchos años" al ser un proceso de crecimiento "lento", por lo que llamó a las fuerzas políticas a que se sumen al "gran consenso social" existente para renovar los usos del actual monte gallego, que definió como "salvaje y poco productivo".
Las actuaciones previstas a largo plazo incluyen el diseño de una ordenación territorial del monte que permita una ordenación de las masas monoespecíficas y de las restantes especies para que no se den poblaciones forestales que "dificultan" la extinción del fuego.
Así, subrayó, la "gran revolución" será que las masas monoespecíficas no puedan tener una superficie mayor a 500 hectáreas que se atajarán con herbáceas o árboles caducifolios autóctonos, que impiden la rápida propagación del fuego.
