Actualizado: miércoles, 10 junio 2015 20:53

Exceso de velocidad, señalización mejorable y merma en la seguridad, principales conclusiones de los expertos que analizaron el siniestro

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La investigación en sede judicial de las causas y circunstancias en que se produjo el accidente de un tren Alvia en el barrio compostelano de Angrois en julio de 2013, donde murieron 80 personas, ha retomado su curso este miércoles, jornada en la que han declarado ante el juez los tres peritos nombrados por el juzgado y han ratificado sus informes definitivos sobre el siniestro.

   Tras este paso, las partes personadas coinciden en que el magistrado Andrés Lago, que asumió el caso de manos de Luis Aláez en junio pasado, deberá adoptar ahora, en fechas próximas, alguna medida que reactive la causa.

   Esta actuación podría ir, según representantes involucrados en el caso consultados por Europa Press, desde la eventual imputación de otras personas como responsables del siniestro, hasta el cierre de la instrucción, pasando por la aceptación de nuevas pruebas y diligencias solicitadas por los abogados de las víctimas y la defensa del maquinista, en este momento, único imputado, ya que conducía despistado en el momento en el que tomó la curva de A Grandeira a 179 kilómetros por hora.

   Precisamente una de las novedades en este punto de la investigación es la que arroja la simulación sobre el descarrilamiento encargada por el ingeniero industrial, José Manuel Lamela, primero en declarar este miércoles, al centro de investigaciones en tecnologías ferroviarias (Citef), dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid.

A 155 KM/H NO HABRÍA DESCARRILADO

   Esta simulación obra ya en poder del juez y muestra como el modelo del Alvia siniestrado en aquella víspera del Día de Galicia (el de la serie 730) no habría descarrilado si hubiese circulado por la curva a 155 kilómetros por hora. O, lo que es lo mismo, que la curva aceptaba como máximo dicha velocidad para este tren (no así para el S-130, el original, que habría descarrilado a una velocidad inferior, de 130 kilómetros por hora).

   Lamela ha expuesto estos y otros aspectos sobre su informe, que, como principal conclusión, halla que el material rodante era correcto, así como las autorizaciones del tren, aunque hubo fallos de mantenimiento que, pese a todo, no ve que tuvieran afectación para que se produjese el accidente.

   Lo ha hecho en una sala de los juzgados compostelanos, a puerta cerrada, pero ante los numerosos abogados que representan a víctimas, la defensa del maquinista, los abogados del estado, el juez y el fiscal. En lo que respecta a estos últimos, el magistrado no ha hecho ninguna cuestión ni a éste ni a ninguno de los otros dos expertos, mientras el fiscal, Antonio Roma, se ha limitado a pedir con dos o tres preguntas la confirmación de lo que estos decían.

    El segundo en someterse a las numerosas preguntas, procedentes --por tanto-- únicamente de los abogados, ha sido el ingeniero de caminos Juan Carlos Carballeira, cuyo estudio determina que, si bien la señalización de la línea era mejorable, sí se ceñía a lo que la norma exige. Además, aunque entiende que hubo deficiencias en la evaluación de riesgos, establece, como Lamela, que el exceso de velocidad con el que se tomó la curva fue el causante del siniestro.

"EL ÚNICO INDEPENDIENTE"

   Frente a esto, el ingeniero de telecomunicaciones César Mariñas, al cual las víctimas señalan como "el único independiente" puesto que no tiene vinculación con la administración autonómica, como sí el resto, se ha ratificado en que, como recoge su pericial, el cambio de proyecto y la desconexión del sistema de control de velocidades 'ERTMS' embarcado supusieron una reducción de la seguridad que no se vio contrarrestada por la activación de otras medidas complementarias.

   La de Mariñas, como esperaban las partes, ha sido la intervención más larga, de en torno a tres horas y media, de 15,00 a 17,30 horas, en una jornada que arrancó a las 9,10 con escasos quince minutos de receso entre uno y otro compareciente.

   En él se han centrado tanto la abogada del Estado, que, según fuentes conocedoras del transcurso del interrogatorio, "apretó mucho", mediante la comparación de líneas y enclaves similares al trayecto Ourense-Santiago; como los letrados que representan a las víctimas y el que defiende al maquinista, que a la salida de esta jornada --que ellos mismos han definido como "maratoniana"-- han visto demostrado que Adif y Renfe dispusieron unas condiciones en la vía que generaban un riesgo "intolerable".

CASI SEIS MESES DESPUÉS

   Esta jornada de comparecencias de los tres ingenieros a los que el titular del Juzgado de Instrucción número 3 encargó sendas periciales ha tenido lugar después de que Lago Louro les pusiese el 31 de enero como fecha límite para la entrega.

   Desde entonces, el auto del 1 de abril de citación para este 10 de junio ha sido uno de los únicos movimientos efectuados por el instructor, que desde hace un año se enfrenta a un sumario que acumula más de 50 tomos.

"NO QUEDA OTRO REMEDIO QUE LAS IMPUTACIONES"

   Por parte de las víctimas, este paso en la investigación se debe saldar con que "no queda otro remedio que el que haya imputaciones", en palabras del portavoz de una de las plataformas, Jesús Domínguez.

   En declaraciones a Europa Press, Domínguez ha interpretado que "queda claro que Mariñas --el ingeniero de telecomunicaciones-- es el único perito independiente". Además, ha mostrado su "sorpresa" por la "actitud anodina del fiscal", del que ha asegurado "no saber a quién defiende".

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