A CORUÑA, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
El responsable de la Federación de Textil de CC.OO. de Galicia, Manuel Lores, aseguró hoy que más del 50 por ciento de los trabajadores de la fábrica de Caramelo en A Coruña "se han anotado voluntariamente" para acogerse al expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la empresa y autorizado el lunes por la Consellería de Traballo.
Por su parte, el secretario comarcal de CC.OO. en A Coruña, José Manuel Lado, acusó hoy a la CIG --con mayoría en el comité de empresa-- de "demagogia" en el conflicto de Caramelo y de haber puesto en peligro un acuerdo con la empresa "al poner una estrategia sindical por encima de los intereses de los trabajadores", afirmó.
En rueda de prensa, el secretario comarcal de CC.OO de A Coruña consideró una "perversión democrática" la postura de la CIG --con 12 delegados en el comité de empresa frente a los cinco de CC.OO.-- y sostuvo que "un comité no puede estar en contra de lo que digan los trabajadores", en alusión al referéndum que respaldó la última propuesta económica de la empresa.
Lado no consideró "adecuado" el actual momento para convocar elecciones sindicales --por la salida de los 237 trabajadores que se verán afectados por el ERE--, pero instó a los delegados sindicales de la CIG a "acatar" el acuerdo sobre este expediente o a "dimitir".
Asimismo, aseguró que CC.OO. "no admite lecciones de ninguna organización sindical ni política de cómo hacer las movilizaciones" e insistió en que las manifestaciones convocadas durante el conflicto "fueron siempre una manera de buscar acuerdos". "Es difícil entender que una organización califique de golpe de Estado la petición de unos trabajadores de hacer una votación democrática", afirmó en alusión al referéndum convocado el pasado 3 de agosto por un grupo de empleados, que respaldó el acuerdo, frente a la asamblea de trabajadores del 23 de julio que lo rechazó.
También argumentó que durante el conflicto "se dijeron muchas mentiras como que los trabajadores tenían derecho a 45 días de indemnización por año trabajado cuando por ley son 20 días" e insistió en que el objetivo de CC.OO. fue llegar "al mejor acuerdo posible dentro de la situación de la empresa".
UN "BUEN ACUERDO"
En los mismos términos, se manifestó el responsable de la Federación de Textil de CC.OO de Galicia, Manuel Lores, quien reiteró que la última propuesta de la empresa "es una buen acuerdo". "Los hay mejores y peores, pero ya conocemos alguno que la CIG firmó en peores condiciones en esta comarca", añadió el dirigente sindical quien insistió en que "éste es un acuerdo bueno para el futuro de la empresa y los trabajadores que vayan a abandonarla".
Al respecto, aseguró que "a día de hoy más del 50 por ciento de los trabajadores afectados están anotados voluntariamente" , después de que la empresa abriese el plazo para el proceso de bajas voluntarias que finalizará este viernes, y se mostró convencido de que "entre hoy y mañana se estará cerca de la cifra establecida en el expediente", indicó en alusión a los 237 afectados.
Lores argumentó que "el comité tenía ahora que sentarse a negociar con la empresa la concreción del acuerdo para que no actúe de forma arbitraria" y afirmó que "la actitud irresponsable del comité está llevando a que la empresa tome decisiones que pueden ser perjudiciales para los intereses de los trabajadores".
Por eso, avanzó que CC.OO. tratará de asumir estas negociaciones para que en caso de que no se cubran las 237 bajas voluntarias "haya un criterio que no sea arbitrario en la elección de los trabajadores que tengan que acogerse de forma obligatoria". Así, abogó por establecer criterios como la antigüedad o las categorías profesionales y afirmó que también tratarán de concretar también "algunos flecos pendientes", indicó al referirse a otros puntos del acuerdo como la flexibilidad y la movilidad laboral de los trabajadores.
Lores insistió también que "tan importante son las condiciones en las que se marchan unos como en las que se quedan otros" y remarcó el acuerdo con la empresa como la mejor opción para buscar una salida al conflicto.
"Si no había acuerdo, las condiciones económicas de salida eran mucho peores y los trabajadores se verían abocados al concurso de acreedores", insistió el responsable de la Federación de Textil de CC.OO., quien advirtió que ahora también "exigirán" a la empresa "el cumplimiento estricto de los acuerdos", al tiempo que reclamó al socio mayoritario de Caramelo --el empresario Manuel Jove-- "un esfuerzo" en la aportación de fondos "para que la empresa se recupere", añadió.