La Confederación Hidrográfica Miño-Sil asegura que la cuenca del río se encuentra por encima del caudal ecológico

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil rechazó hoy las acusaciones vertidas por el senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza y aseguró que el río, lejos de encontrarse seco en la zona donde Iberdrola realiza las obras en la minicentral de San Estevo II, se encuentra "por encima del caudal ecológico".

Según explicaron fuentes de la Confederación Hidrográfica, la actual normativa "no incluye la imposición de un caudal ecológico" que, sin embargo, este organismo sí ha impuesto en el Sil, un volumen de agua que se mide a la salida del embalse de San Pedro y que se sitúa en 3.360 litros por segundo.

En cuanto a nivel de agua, el organismo explicó que el embalse de San Pedro tiene en la actualidad una cota de 120 metros, cuando en 2004 y 2003 se llegó a situar en 114, e indicó su nivel ha bajado también para realizar actuaciones de mantenimiento, una situación que no se da ahora.

En concreto, fuentes de la Confederación Hidrográfica indicaron que el organismo emplea en Sistema SAIH para controlar los datos hidrológicos, tomando registros de la salida de caudal del embalse de Santo Estevo cada cinco minutos. "Y ayer era superior al mínimo", explicaron. Además, guardias de la CH realizan vigilancias "día y noche" para comprobar que las actuaciones se hagan de acuerdo al Informe de Impacto Ambiental.

CALIDAD DE LAS AGUAS

En lo relativo a la revisión de la calidad de las aguas, los técnicos de la Confederación Hidrográfica toman diariamente muestras en cuatro puntos diferentes del Sil, concretamente en la zona entre el dique del embalse de Santo Estevo y la desembocadura del río Cabe; en la zona inmediatamente posterior a esta desembocadura; en las proximidades de la presa de San Pedro; y en las cercanías de la desembocadura del río Sil en el Miño.

Este análisis de agua se realiza para numerosos elementos, entre los que se encuentran el PH del agua, el oxígeno disuelto, la presencia de sulfatos, amonios o metales pesados, entre otras sustancias.

"Además, estamos vigilando cualquier incidencia de las obras en la flora y fauna del lugar", explicaron fuentes de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, "pero no detectamos ninguna". Con estas razones, el organismo rechazó las acusaciones de Pérez Bouza de "pasividad" y aseguró que realizan sus actuaciones en colaboración con la Xunta y el Seprona y, en cualquier caso, "cumpliendo las especificaciones que marca la Declaración de Impacto Ambiental".

Finalmente, sobre la cuestión de las voladuras, desde la Confederación Hidrográfica aseguraron que ya han informado a la Guardia Civil para que se haga cargo de la investigación.