Cuerda define 'La educación de las hadas' como "una película de sentimientos"

Actualizado: jueves, 22 junio 2006 18:41

Este film se estrena mañana en los cines españoles, protagonizado por Ricardo Darín, Irene Jacob, Bebe y el niño Víctor Valdivia

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El director de cine José Luis Cuerda presentó hoy, en Galicia, 'La educación de la hadas', su último trabajo como realizador después de 'La lengua de las mariposas', y al que definió como "una película de sentimientos", en el que aparece también el tema de la incomunicación y donde el bosque, como espacio en el que se desarrolla la historia, es "el paradigma de la vida".

'La educación de la hadas', adaptación de la novela homónima escrita por Didier van Cauwelaert, se estrenará mañana en las salas comerciales de España. Hoy su director quiso presentarla en Santiago de Compostela porque, según dijo, "los gallegos siempre han sido buenos con él".

Para esta película Cuerda ha contado con un reparto internacional, encabezado por el argentino Ricardo Darín, la francesa Irene Jacob, la cantante extremeña Bebe y el niño Víctor Valdivia. El director explicó que a la hora de rodar es "muy pudoroso y muy respetuoso" con lo que hacen los actores y que prefiere "no interferir" en su trabajo porque entiende que son profesionales "que cuentan con sus recursos para interpretar".

Sobre 'La educación de las hadas', en la que Cuerda también es coguionista junto al autor de la novela en la que está inspirada, explicó que se trata de "una película de sentimientos" en la que hay unos personajes que están en un momento determinado de su vida en el que se nota que cada uno lleva "una pesada carga del pasado".

Rodado en un bosque catalán, el film cuenta la historia de Nicolás (Darín), un inventor de juguetes y contador de cuentos que encuentra en Ingrid (Jacob) y su hijo Raúl (Valdivia) la familia con la que emprender una nueva vida. Pero, tras dos años de feliz enamoramiento y en el mejor momento como pareja, Ingrid, arrastrada por un secreto que le martiriza, decide que deben separarse. Mientras Nicolás no entienda la postura de su mujer, se refugia en Sezar (Bebe), una cajera e inmigrante argelina.

Al hilo del personaje de Raúl, que piensa que si las cosas no van bien se puede echar mano de un hada que él ve en una cajera, José Luis Cuerda advirtió de que "en la película como en la vida no hay soluciones a nada". Según opinó, "lo que hay son necesidades de darse satisfacción y cada uno echa mano de lo que puede". Aseguró que con este film no propone formas de resolver determinadas situaciones, ya entiende que "la manera de solucionar problemas depende de cada uno, uno recurre a la ficción, otro a las religiones...".

El director aprovechó para opinar que en la actualidad parece que "quieren que nos olvidemos de que existe el pasado". A su juicio, el presente y el futuro no existen y declaró que "son los que han hecho cosas salvajes" los que no quieren hablar del pasado.

IMPORTANCIA DEL PAISAJE

En este largometraje, que tiene una duración de más de hora y media, los personajes y sus historias "confluyen en un paisaje". Según el director, le pareció oportuno situar la historia en "un bosque de hoja caduca en otoño", porque vincula esta estación "con la podredumbre" y con "la esperanza de que llegue la primavera", algo que relacionó con la situación anímica en la que se encuentran los personajes.

Añadió que para rodar esta película pensó en localizaciones de Cataluña, País Vasco y Galicia, pero que finalmente optó por un bosque catalán porque le pareció "muy verosímil" para que en él se pudiese desarrollar la historia. Insistió en que el bosque es un paradigma de lo que es la vida" porque entiende que hay "pájaros y alimañas".

Otro tema presente en 'La educación de las hadas', según indicó su director, es el de la incomunicación, "la dificultad de comunicar lo que le pasa a uno sin calcular las repercusiones". Opinó que "si pensásemos hasta el agotamiento del raciocinio muchas cosas no las haríamos".