El comité de Servisar reclama al Ayuntamiento que busque una solución y avisa de que irá a protestar a todos los actos del alcalde
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El comité de empresa de Servisar en Santiago, adjudicataria del servicio de ayuda en el hogar (SAF) en este municipio, irá a la huelga este martes, 28 de febrero, para demandar las subidas correspondientes del IPC de 2021 y 2022, entre otras reclamaciones.
En rueda de prensa en Santiago, la presidenta del comité, Esther Goris, ha explicado que esta movilización busca "hacer visible" la situación de "precarias" en las que se encuentran las 200 trabajadoras de este servicio, que cobran unos 1.042 euros de salario bruto, por debajo del salario mínimo interpresional, y que llevan dos años sin recibir la subida del IPC que les corresponde por convenio, lo que se traduce entre 100 y 150 euros menos al mes.
Al respecto, reclaman que el Ayuntamiento de Santiago busque una solución a la situación que viven, ya que denuncian que esta no subida del IPC solo se produce en este municipio por parte de Servisar (del grupo DomusVi). Y es que, por ejemplo, la misma empresa en Vigo sí que ha realizado el incremento. Las trabajadoras achacan esta situación a una "represalia" por no ratificar el preacuerdo del nuevo convenio.
En concreto, Goris lamenta que la concejala de Políticas Sociais, Milagros Castro, siga "sin tomar ningún tipo de medida" ante esta problemática, en un servicio en el que se atiende a mayores y grandes dependientes.
Apuntan que el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, "presume" de que hay 700 usuarios atendidos sin lista de espera, pero le recuerdan que "más calidad es mejor que cantidad". Así, avisan de que irán a protestar a todos los actos del regidor mientras no se encuentre una solución. El propio 28 de febrero realizarán una concentración ante el pazo de Raxoi a partir de las 10,00 horas.
OTRAS RECLAMACIONES
Entre otras reclamaciones, demandan una zonificación del servicio para una mejor organización de las trabajadores, que en algunos casos recorren hasta 50 kilómetros diarios en sus propios coches mientras "se cruzan" en sus rutas en vez de estar repartidas por áreas.
Goris ha denunciado que el "despropósito" es tal que la empresa les dice que dispongan de coches de familiares si el suyo propio tiene algún problema.
Asimismo, piden fichar tal y como establece la ley, con un horario fijo de trabajo que les permita conciliar, además de que se establezca un coordinar único para un mejor reparto de tareas.
Finalmente, Goris hace mención al sacrificio que hacen estas trabajadoras con sueldos precarios para poder realizar una jornada de huelga. Ejemplifica con su caso --lleva 16 años-- que con una jornada de 39 horas semanales no llega a 1.000 euros si se deja fuera la compensación por kilometraje.