Afirma que le pidió el teléfono tras preguntarle: "¿Qué hace una chica tan guapa como tú prostituyéndose?"
LUGO, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una de las mujeres que ejercía la prostitución en uno de los clubes de la provincia de Lugo investigados en el marco de la 'Operación Carioca' denunció que un agente de la Guardia Civil iba a regular su situación a cambio de mantener relaciones sexuales.
"Que hace una chica tan guapa como tú prostituyéndose", le dijo, según la mujer, uno de los principales implicados en la operación, un cabo de la Guardia Civil, a una prostituta del club Las Sirenas, en Castro de Rei (Lugo), según consta en el sumario, al que ha tenido acceso Europa Press.
Es precisamente este club el germen que dio origen a la investigación sobre una supuesta red en la provincia de Lugo vinculada a la prostitución, con imputados de la Guardia Civil, Policía Nacional y en el departamento de Extranjería.
La citada mujer declaró el 4 de diciembre de 2008 en el cuartel del Instituto Armado, donde manifestó que estaba siendo "sometida" por encontrarse en una situación irregular en España.
Según explicó, llegó a España, vía Barajas, en octubre de 2006. En principio acudió para trabajar en un hotel en Asturias, pero pocos días después dejó el empleo y llegó a Lugo, donde otra mujer de nacionalidad brasileña le propuso ejercer la prostitución en el mismo club en el que trabaja ella; Las Sirenas.
La mujer apuntó que tenía que abonar ocho euros a los dueños por cada "pase" con los cliente y por cada copa a la que la invitaban, cuyo coste era de 36 euros, doce se quedaba el local.
FOTOGRAFÍAS
Tras una inspección, este agente, que se identificó como jefe de Extranjería y tres más, obligaron, según el testimonio, tanto a la denunciante como a otras mujeres a pasar individualmente a la cocina del establecimiento para ser fotografiadas, donde el cabo le preguntó: "¿Que hace una chica tan guapa como tú prostituyéndose?", tras lo que le pidió el teléfono, según ha asegurado la mujer.
En el club le comentaron, según declaró, del ahora imputado que era "buena persona" y que el único que podía regularizar su situación en España, ya que era el jefe de Extranjería, por lo que podía acceder a estar con él, que así no haría nada con ellas.
Un día indeterminado, según el relato de la mujer, el agente fue al piso de ella y ahí le comentó que sus días en España "se estaban terminando, que le diese el pasaporte, que él le arreglaría para estar tres meses más en el país", después de lo que comenzó a besarla y mantuvo relaciones con ella, según ha afirmado.
