Trabajadores de Bunge en A Coruña denuncian la "pasividad" de la Xunta ante el desmantelamiento "ilegal y encubierto"

A CORUÑA 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores de la planta coruñesa de Bunge manifestaron hoy su malestar ante la "pasividad" de la Xunta, en lo que consideran un desmantelamiento "ilegal y encubierto" de la fábrica, situada en O Burgo.

Así lo denunciaron ante de los medios de comunicación los representantes sindicales, quienes afirmaron que los responsables de la empresa están aprovechando la retirada de uno de los silos en combustión desde hace unas semanas "para desmantelar toda la planta".

Pendientes de la sentencia del juicio celebrado el pasado 17 de septiembre por los traslados de los trabajadores a otras fábricas de España, el representante de la CIG, Paulo Carril, aseguró no entender "por qué la empresa actúa de esta manera sin conocer el fallo".

Sin producción desde el pasado mes de enero, los 42 trabajadores de la planta coruñesa reclaman que la Xunta no se inhiba de un asunto en el que, a su juicio, la multinacional norteamericana está actuando de manera "ilegal y fraudulenta", comentó el representante de CC.OO., José Manuel Lado.

SIN RESPUESTA DE LA CONSELLEIRA

En este sentido, los sindicatos criticaron que llevan un mes esperando a que la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, les informe de cómo han sido las conversaciones que les prometió que mantendría con "las altas esferas" de la multinacional.

Unas conversaciones que, según los trabajadores, todavía no se han producido, pese al compromiso "personal" que Mato adquirió con ellos en la última reunión.

Ante esta situación de "desamparo", la CIG advirtió que seguirá denunciando "lo que haga falta" para impedir el cierre y la deslocalización de una fábrica que, sostienen, es "rentable".

"Primero fue el expediente de regulación de empleo (ERE), luego los traslados y ahora el desmantelamiento encubierto", reprochó Carril, quien afirmó que lo que busca la multinacional es "cerrar la empresa", ante lo que, a su juicio, la Xunta "debería tomar cartas en el asunto".