A CORUÑA, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
La asociación 'Aga.Ucraina', creada hace pocos días, es el resultado del empuje y el arrojo de Natalia Afonina, ucraniana afincada en Oleiros (A Coruña) desde hace cinco años, y su marido Antonio, que sintieron la necesidad de "hacer algo".
Con familiares y amigos atrapados todavía en Ucrania, este matrimonio, con la ayuda de otros ucranianos residentes en Galicia, ha puesto en marcha una asociación para enviar ayuda material --ropa, alimentos, medicamentos e incluso chalecos antibalas-- y acoger a refugiados.
"Ha sido una avalancha impresionante de gente de toda Galicia que quiere colaborar", agradece Antonio que explica además que "al ser su mujer ucraniana, tener allí a su hijo, conocer a mucha gente allí", pensaron en "como podían ayudar".
Junto a otras 15 personas, la mayoría de Ucrania, crearon una asociación que han comenzado a difundir, sobre todo, por redes sociales, donde están recibiendo un gran apoyo. Además de gallegos anónimos, Antonio cuenta que ya son muchos los ayuntamientos y entidades que se han ofrecido a colaborar con ellos.
Entre ellos, Afundación --la obra social de Abanca-- que les ha ofrecido una nave de 1.000 metros cuadrados en el polígono de Pocomaco, donde esperan poder centralizar la ayuda que reciben por toda la Comunidad. Allí quieren además instalar sus oficinas.
"Acabamos de nacer, no tenemos infraestructura ni experiencia, y estamos un poco saturados. Pero hay que hacerlo. Todos estamos preocupados, tenemos familia y amigos allí y sentíamos la necesidad urgente de hacer algo", insiste Antonio.
FALTAN EQUIPOS DE PROTECCIÓN MILITAR
En cuanto a la ayuda material, para cuyo reparto también cuentan con ofertas de empresas de transporte, en su Facebook e Instagram han publicado un número de cuenta para aquellos que prefieran hacer donaciones monetarias y un correo electrónico para las familias que se ofrezcan a acoger a refugiados ucranianos.
Antonio destaca también que han recibido una oferta de un fondo americano para la compra de equipamiento de protección militar. "Allí hay mucha necesidad de eso, a la población civil le han dado armas pero no protección, pero es un tema complicado", reconoce.
El otro vértice en el que trabajan desde 'Aga.Ucraina' es en la búsqueda de un hogar para los refugiados ucranianos que, en un goteo incesante, llegan a Galicia.
"Tenemos casi 50 viviendas, familias que están dispuestas a acoger. También familias rusas, porque no es un problema de Rusia, es un problema de Putin", recalca.
UN MILLAR DE PLAZAS AUTONÓMICAS PARA REFUGIADOS
Más allá de la disposición de la sociedad gallega, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha ofrecido este viernes al Gobierno central un millar de plazas de acogida a refugiados ucranianos en distintos centros.
De este algo más de un millar de plazas, 714 proceden de centros de la Xunta, 281 las aportan los ayuntamientos gallegos a través de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y 139 proceden de entidades sociales. La Xunta ya ha remitido estos datos al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que será el encargado de centralizar el reparto por comunidades.
Estas plazas se suman a las 432 camas en hospitales en las siete áreas sanitarias para acoger a aquella población de Ucrania con necesidades de atención sanitaria. De ellas, 113 serán para pacientes pediátricos, 15 para niñas y niños con necesidades de tratamiento oncológico y el mismo número para neonatos. Con respeto a los adultos, de las 319 plazas disponibles para ellos, un total de 25 serían para pacientes oncológicos en tratamiento.
AGRADECIDOS A LOS GALLEGOS
Respecto al titular autonómico, Antonio ha comentado que él y su mujer recibieron la llamada de Feijóo, que les ha transmitido su apoyo y, en cuanto a la asociación, "todo lo que necesiten". Los responsables de la asociación están también en contacto con la Dirección xeral de Coperación Exterior, con Inclusión Social; así como con multitud de ayuntamientos y entidades.
"Intentaremos canalizar toda la ayuda y todas las ofertas de cooperación que recibimos", destaca Natalia Afonina, que reconoce, casi entre risas, que "ahora trabajan todo el día y toda la noche".
"Estamos muy agradecidos por todo el apoyo, mucho", subraya la ucraniana, que ha puesto mucho énfasis en la cantidad de gallegos que han ofrecido "sus casas, pisos e incluso habitaciones" para acoger a refugiados.
"Estamos esperando a otra familia, una pareja con tres niños pequeñitos a los que ya hemos encontrado alojamiento; el día siete viene otra familia, una pareja con su madre y con dos niños también", detalla, asegurando además que "están convencidos" de que serán "muchos más".