PONTEVEDRA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Consellería de Medio Ambiente reclamó hoy al Ayuntamiento de Pontevedra que erradique los vertidos al río Gafos "en vez de eludir sus responsabilidades", después de que el consistorio vinculase la presencia de sedimentos de hormigón en un tramo fluvial a unas obras de la Xunta. Asimismo, el ayuntamiento alertó hoy de que detectó un vertido contaminante a las marismas de Alba procedente del río Rons.
El consistorio investiga la procedencia de este vertido, que provocó la muerte, según sus estimaciones, de un centenar de peces en una zona fluvial que aspira a su catalogación como Espacio Natural de Interés Local (ENIL), que otorga la Consellería de Medio Ambiente.
Según el Ayuntamiento de Pontevedra, en la propia marisma se localizaron los primeros peces muertos, cuyo número fue en aumento a medida que remontaron río arriba. Las especies más afectadas fueron truchas, anguilas y sollas. Los propios operarios tomaron muestras del agua, que se enviaron a Aquagest para que proceda a su análisis, con el objetivo de intentar determinar el origen del vertido.
Fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente Natural barajaron que el vertido se realizó por la noche o a primera hora de la mañana para evitar ser descubiertos. Aunque el ayuntamiento carece todavía de pruebas, a falta de lo que determinen los análisis de las muestras recogidas, consideran que se trata de un hecho puntual.
RÍO GAFOS
Sin embargo, la situación de otro río de Pontevedra, el Gafos, también es preocupante, ya que la Consellería de Medio Ambiente ha detectado 85 puntos de vertido en este cauce, de los que se consideran relevantes un total de 24 y atribuyen la situación a la insuficiencia hidráulica del colector, en especial debido a las importantes aportaciones de aguas pluviales.
La Xunta incidió en que los vertidos al río Gafos en el punto donde se ubica el puente que está en obras ya están inventariados desde el 4 de febrero de 2008, con lo que son anteriores al inicio de los trabajos. Asimismo, recordó que se requirió al Ayuntamiento de Pontevedra que se subsanase la situación en cinco ocasiones y que existen tres expedientes sancionadores, todos ellos resueltos con multa.
