SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
Organizaciones, armadores y empresas que impulsan FIP Blues, el primer proyecto mundial de mejora pesquera para tiburón y pez espada, han presentado esta iniciativa este miércoles al director general de Ordenación Pesquera y Acuicultura, Ignacio Gandarias Serrano, con el objetivo de que el Ministerio de Pesca se adhiera a esta propuesta.
En este encuentro en Madrid, se trasladó oficialmente la petición para que el Ministerio de Pesca forme parte activa de FIP Blues en calidad de órgano asesor. Gandarias solicitó mayor información para formalizar la adhesión, por un proyecto sobre el que ha mostrado "gran interés", dice la organización.
El siguiente paso para el grupo de trabajo del FIP es ahora la elaboración del documento con la información específica requerida para conseguir el apoyo oficial de la Administración española de cara a su futura presentación a las autoridades comunitarias.
Esta propuesta se presentó en la pasada feria de Conxemar con el objetivo de "diferenciar" la producción de estas compañías, mediante la implantación y "visibilización" de estándares de calidad y sostenibilidad.
Forman parte de este proyecto Anecteam, una asociación que agrupa a 13 empresas y que, junto con las cuatro organizaciones representativas de los buques que se dedican a estas pesquerías (Orpagu de A Guarda, Opromar de Marín, Productores Pesqueros de Lugo y Productores de Buques Congeladores de Merlúcidos, Cefalópogos y Especies Varias).
En concreto, se trata de un proyecto de mejora pesquera que implica la adopción de estándares que mejoren la sostenibilidad de la pesca de palangre, para trasladar y "visibilizar" esas garantías y buenas prácticas en las cadenas de distribución, ante los consumidores o las ONG medioambientalistas.
Servirá para dar a conocer unas buenas prácticas que ya existen por parte de estas flotas y empresas, pero que "no se supieron comunicar" o "alguien había interesado en que no se conocieran".
Así, por ejemplo, con respecto a la pesca de tiburón (y especies de la misma familia), la flota comunitaria es "la más responsable", ya que es la única que ha acatado la prohibición del 'finnig' (cortar las aletas y devolver el ejemplar mutilado al mar); ha dejado de capturar especies sensibles, como tiburones martillo; y mantiene una activa colaboración con la comunidad científica.
