BRUSELAS, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Agricultura, Miguel Ángel Arias Cañete, ha asegurado este jueves que la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, se ha mostrado abierta a la posibilidad de "renegociar algunos aspectos" del acuerdo pesquero entre la UE y Mauritania tal y como reclama la mayoría del propio sector europeo para garantizar su rentabilidad económica.
"Tanto la delegación holandesa como la delegación española hemos puesto de manifiesto el grave riesgo que existe de que se pague una compensación financiera sin que haya una actividad pesquera efectiva. Hemos pedido a la Comisión que reflexione sobre este tema", ha explicado el ministro en declaraciones a la prensa al término de la reunión con sus homólogos de la UE donde han debatido del acuerdo con Mauritania, a petición expresa de Países Bajos.
España mantiene que el Ejecutivo comunitario tiene que renegociar el acuerdo para garantizar "que haya posibilidades (de pesca) para los cefalópodos" que están excluidos del actual acuerdo firmado a finales de junio por ambas partes y "que las zonas de pesca de la flota marisquera se adecue a la realidad de donde están los recursos", según explicó esta mañana el ministro.
"El hecho es que en este momento no se han pedido licencias porque las zonas de pesca y las condiciones de pesca de la flota marisquera no permite una rentabilidad de la flota", ha recalcado el ministro.
"A pesar de que el nuevo protocolo no ha entrado en vigor todavía, durante el periodo de transición de hasta seis meses, los barcos pueden solicitar una licencia para pescar en aguas mauritanas. En los últimos cuatro meses la mayoría de la flota de la UE no ha utilizado esta posibilidad", confirma el Gobierno holandés en la nota que ha circulado este jueves al resto de delegaciones.
La UE negoció una contrapartida financiera para pescar en los caladeros de Mauritania de 67 millones anuales --al margen de los 40 millones anuales que aporta la propia flota europea--, que debería comenzar a pagar "no más tarde de los tres meses después de que la aplicación provisional (del acuerdo) entre en vigor", según recoge la nota del Gobierno holandés.
La entrada en vigor formal del acuerdo, firmado a finales de julio por ambas partes por un periodo de dos años, requiere del visto bueno del Consejo y del Parlamento Europeo, una ratificación que debería llegar de aquí a finales de año, motivo por el cuál Bruselas y Nouakchott acordaron una aplicación provisional del mismo durante seis meses para evitar que la flota tuviera que parar su actividad, aunque tampoco se ha comenzado a aplicar de manera provisional.
"ENORME PREOCUPACIÓN"
España y Países Bajos han mostrado este jueves su "enorme preocupación" por la posibilidad de que "una vez que se pague una compensación financiera no existen estímulos para negociar" mejoras con Mauritania en la condiciones técnicas del acuerdo y han reclamado a la Comisión Europea "ser muy prudente con la gestión de los recursos públicos", ha explicado Arias Cañete.
El Gobierno holandés ha reclamado a la Comisión Europea que se discutan "las condiciones técnicas" del acuerdo pesquero con Mauritania "lo antes posible" en el marco del Comité Técnico Conjunto entre la UE y Mauritania con el objetivo de "garantizar la sostenibilidad" del acuerdo y que evalúe "la utilización eficaz del protocolo" por parte de la flota europea y "tome medidas apropiadas para terminarlo" en línea con el artículo 5 del protocolo si después de cuatro meses tras su aplicación provisional la utilización real es menor al 75%, según la nota de La Haya.
"La Comisión insiste en que la comisión mixta podrá analizar si se utiliza o no el acuerdo y, en función de esto, renegociar algunos aspectos del mismo", ha explicado Arias Cañete al término de la reunión de los Veintisiete.
El sector pesquero europeo denuncia que el acuerdo en los términos actuales es inviable, sobre todo el aumento de los cánones entre el 200 y 400% que deben de pagar por pescar allí "dependiendo de la flota", el embarque obligatorio del 60% de tripulantes mauritanos, la exclusión de la flota cefalópoda europea, así como la obligación de desembarcar "todas las capturas en puertos de Mauritania", algo que afecta especialmente al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, según el presidente de la Asociación de Organizaciones Nacionales y Empresas Pesqueras de la UE Europêche, Javier Garat.
En el caso de España, el nuevo acuerdo perjudica a 24 buques españoles que pescaban pulpos en aguas de Mauritania porque excluye a la flota cefalópoda europea y a entre 20 y 25 barcos marisqueros, sobre todo de langostinos, que también han rechazado utilizar el acuerdo porque no les resulta rentable, según Garat.
