SANTIAGO DE COMPOSTELA 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores del departamento de Bioquímica Molecular de la Universidade de Santiago ha descubierto, después de años de análisis de la genética de diferentes especies marinas, que los pulpos tienen paternidad múltiple, con "tres o cuatro padres diferentes" por cada ejemplar.
Según explicó el coordinador del grupo, el profesor Manuel Rey Méndez, el pulpo común se caracteriza porque los machos tienen modificado su tercer brazo derecho, que emplean para transferir esperma a las hembras. Así, indicó el experto, los paquetes de espermatozoides de cada macho pueden permanecer almacenados en el cuerpo de la hembra "hasta diez meses".
Asimismo, en esta especie cada hembra se aparea con varios machos que, sin embargo, tratan de eliminar con su brazo el esperma del anterior, ya que, según los investigadores, la punta de esta extremidad "parece estar diseñada para este fin".
Sin embargo, el equipo de Manuel Rey analizó los genotipos de las hembras de pulpo y sus puestas en condiciones de cultivo, lo que demostró que este mecanismo de eliminación del esperma precedente "no funciona de manera perfecta", por lo que quedan restos de la cópula anterior y esto tiene como consecuencia la "paternidad múltiple" del pulpo.
"Según los datos conseguidos, por lo menos dos machos tuvieron éxito en la fertilización de los huevos procedentes de una misma puesta", explicó Rey Méndez, quien indicó que "puede haber incluso tres o cuatro padres".
Esta evidencia de la paternidad múltiple del pulpo es "de vital importancia", según el investigador, y debe tenerse en cuenta en los estudios genéticos de poblaciones y de conservación de esta especie, así como en el diseño y gestión de la acuicultura del pulpo, un punto en el que este grupo trabaja en la actualidad.
LAS HEMBRAS MUEREN
Desde el punto de vista de su cultivo es esencial conocer la reproducción de esta especie para establecer la distribución de machos y hembras. En concreto, tal y como explicó el investigador, los pulpos tienen un ciclo de vida corto, de entre un año y medio y dos años, y las hembras dejan de alimentarse y mueren después de la puesta y eclosión de los huevos.
En la actualidad no es posible el cultivo completo de pulpo a escala industrial, aún que se ha logrado en el ámbito experimental, y solo existen experiencias de engorde en bateas a partir de juveniles. En esta situación se logra un "engorde impresionante" de los ejemplares, que "llegan a los tres kilos en tres meses", señaló Rey Méndez.
Lo interesante para el investigador, sin embargo, sería "poder cerrar el círculo" y lograr que los pulpos nazcan y crezcan en cautividad.