Inicia una consulta durante un año para contar con la asesoría de los actores del sector
BRUSELAS, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea abrió hoy un periodo de consulta de un año destinada a recabar la opinión de los actores relacionados de una manera u otra con los mares y océanos europeos sobre los puntos que debe recoger una política marítima que deberá integrar acciones políticas en ámbitos que ahora son individuales, como la energía, el medio ambiente, la vertiente turística de las costas europeas y la conservación del ecosistema como medio de calidad de vida de los europeos que viven en regiones costeras.
Estos son algunos de los elementos que figuran en el documento que aprobó hoy la Comisión Europea y que servirá de base a una consulta que durará un año y en la que Bruselas quiere recoger cuantas más opiniones mejor para hacer una política marítima más "integrada" y donde haya "mayor cooperación" política entre los Estados miembros.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el comisario de Pesca, Joe Borg, presentaron el documento durante una rueda de prensa en la que subrayaron la importante presencia que tienen los mares y los océanos en la UE, tanto desde el punto de vista de la vida cotidiana como de la cultura y las tradiciones. Señalaron, asimismo, que el sector marítimo supone también un importante área económica que debe potenciarse para conseguir más empleo y crecimiento.
Así, dos tercios de las fronteras de la UE son mares y océanos. Entre el 3 y el 5% del PIB comunitario está generado por industrias marítimas o de servicios marítimos --sin contar con elementos como materias primas o energía-- y las regiones marítimas de la UE suponen el 40% del PIB de la UE. Al mismo tiempo, se estima que casi la mitad de los europeos viven cerca del mar.
El objetivo de la consulta es "poner en marcha una política marítima verdaderamente integrada", indicó la Comisión en un comunicado, de manera que sectores tan distintos como el transporte, el comercio, las industrias, la producción de energía, la pesca, la investigación o el turismo no funcionen más de manera aislada, sino coordinada.
A este respecto, Barroso advirtió que la pretensión de la Comisión Europea es respetar el principio de subsariedad, de las acciones que lleven a cabo los distintos Estados miembros, de manera que una política comunitaria se emplearía "sólo cuando tengan un valor añadido". "Si en algunos ámbitos se ve que falta legislación europea no dudaremos en proponerla", dijo.
El documento adoptado hoy señala algunos puntos clave que tendrían que incluirse en una eventual política marítima. El primero de ellos tiene que ver con la competitividad del sector. El documento constata que la UE es líder mundial por lo que respecta a la construcción de buques, tecnología de embarcaciones o explotación de puertos, por lo que indica que se debería fortalecer esta industria, al mismo tiempo que se aplican nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
Considera que el medio ambiente "es la condición sin la que no se puede realizar el potencial pleno de los océanos" y que también afecta a la pesca. Por eso, la futura política tendrá que llevar también de la mano los aspectos ecológicos y pesqueros.
ENERGÍA
Los mares y océanos suponen también una importante fuente de energía que el documento de la Comisión eleva a 70.000 megavatios de fuerza eólica en 2010, entre otros tipos o de otros tipos como hidratos de metano.
La consulta que se inició hoy busca dar respuesta a preguntas relativas a "qué se pueda hacer para facilitar la explotación de estos recursos sin comprometer el medio ambiente y la economía, qué nuevas tecnologías son necesarias, o qué modelos empresariales innovadores y regulación sería apropiada en este contexto".
También se centra en el transporte de energía por medio de buques o de tuberías por debajo del mar y que, junto con las oportunidades económicas que supone, provoca preocupaciones sobre la seguridad y el riesgo de accidentes medioambientales.
Por lo que respecta al turismo, el documento asegura que "las áreas costeras y las islas son importantes elementos en la atracción y el éxito" y aboga por una política que mantenga a la UE como el primer destino turístico, teniendo en cuenta asimismo que "el turismo puede contribuir al desarrollo (de estas zonas) mejorando la competitividad de los negocios".
