Pesca.- Un estudio de CC OO apunta a la formación como principal necesidad del sector de conservas de pescado en España

SANTOÑA 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

La principal necesidad del subsector de conservas de pescado en España es el desarrollo de "nuevas acciones formativas" que permitan a sus trabajadores adaptarse a los "numerosos cambios" que se han producido en los últimos años en este ámbito y su adecuación a la nueva realidad del mercado.

Esta es la conclusión más destacada del estudio "Investigación integral en el subsector de elaboración y conservación de pescados y productos a base de pescado", realizado por la Federación Estatal Agroalimentaria (FA) de CC OO y que hoy se ha presentado en Santoña.

El estudio, auspiciado por la Fundación Tripartita Estatal para la formación continua, señala que los cambios, tanto a nivel laboral como técnico, que ha sufrido el sector en los últimos años deben "reflejarse" en esas acciones formativas y éstas, a su vez, incorporarse al catálogo nacional de cualificaciones.

Según explicó en rueda de prensa el secretario de Formación de la FA de CC OO y coordinador del trabajo, Jesús Villar, estos cambios se refieren a temas como la innovación tecnológica, las nuevas tendencias del mercado, las exigencias ambientales, los riesgos laboral, y otros muchos temas, que plantean "un montón de retos" al sector.

Un sector que, según dijo, tiene un "gran valor" desde el punto de vista económico, tanto por volúmen de facturación como por empleo. Entre sus singularidades destacó el alto porcentaje de mujeres (80 por ciento) que ocupa, en su mayoría de escasa cualificación y edad avanzada. En el caso de Cantabria, con unos 2.000 trabajadores, este porcentaje es aún superior.

Villar consideró que el sector ha evolucionado de forma "muy favorable" en los últimos 15 años, modernizando sus instalaciones en todo el país y aumentando su capacidad productiva gracias a las ayudas recibidas a través del IFOP.

No obstante, apuntó que ahora debe enfrentarse a las nuevas estrategias de mercado y a una coyuntura marcada por la falta de materias primas, en concreto de túnidos y anchoas, que ha llevado a su importación de diferentes países, en especial China e Iberoamérica, "ya preparada y sólo para meter en el envase", lo que ha provocado "un exceso de producción, un abaratamiento del producto y a una reducción del empleo".

En este sentido, recordó que CC OO viene demandando que los productos no se traigan ya elaborados, sino que se transformen en las fábricas españolas para garantizar el empleo y aportar un mayor valor añadido a la producción. Junto a ello, reclama que el nuevo fondo europeo de la pesca 2007-2013 contemple "aspectos sociales" y ayudas a los trabajadores de las conservas de pescado similares a las que perciben los pescadores.

INDICACION GEOGRÁFICA PROTEGIDA

Por su parte, el secretario general de la FA de CC OO de Cantabria, Luis Vega, señaló que la línea de trabajo que el sindicato mantiene en esta comunidad autónoma, centrada en la conserva de la anchoa, pasa por garantizar una "alta calidad" del producto por medio de la normativa europea de Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Para Vega, este es uno de los "grandes retos" de cara al futuro, junto con las acciones de I+D, lo que exige una formación de los trabajadores "adecuada" a las nuevas actividades y tecnologías.

En cuanto a las consecuencias para los trabajadores de la importación de anchoas elaboradas ante la falta de materia prima en Cantabria en los últimos dos años, recordó que CC OO viene demandando medidas de protección como prejubilaciones y pensiones "dignas", reposición del desempleo o incentivación del abandono del empleo para pasar a otras actividades.

MESA REDONDA

Tras la presentación del estudio a los medios tuvo lugar una mesa redonda en el Palacio de Manzanedo en la que estuvieron presentes la alcaldesa de Santoña, Puerto Gallego, y el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez.

La alcaldesa destacó que Santoña concentra más de la mitad de las empresas, con más de 1.000 puestos relacionados con este sector, en su mayoría femeninos y con unas características "definidas" como una edad por debajo de los cincuenta años, una modalidad contractual fija discontinua, y con problemas de salud específicos derivados de la elaboración manual del filete de anchoa.

Gallego apuntó también la necesidad de que los trabajadores "tengan cada día más formación, para así afrontar con solvencia las diversificaciones, transformaciones y cambios a los que la propia naturaleza obliga actualmente" y abogó por "aunar esfuerzos para preservar esta actividad económica de gran importancia para la zona oriental de Cantabria".