SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
La flota gallega de la anchoa, integrada por unos 65 barcos del cerco, teme que la decisión de la Comisión Europea de prolongar la veda de la anchoa en el golfo de Vizcaya al menos hasta junio de 2010 supondrá que, aún en el caso de que Bruselas abriese la pesquería en esa fecha, no habrá actividad extractiva hasta 2011, dado que los profesionales del mar recuerdan que la campaña de octubre "es pequeña" y creen que sólo es rentable la de primavera.
Así lo explicó a Europa Press el presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Benito González, quien recordó que la flota del Cantábrico Noroeste, conformada por barcos gallegos, asturianos, cántabros y vascos, habían acordado que sólo agotarían un 10 por ciento de su total admisible de capturas (TAC), es decir que no pescarían más que 600 toneladas.
En este sentido, señaló que, de los cerqueros gallegos que se dedicaban hasta 2005 --año en el que la CE decidió cerrar el caladero-- a la pesquería de la anchoa en aguas del golfo de Vizcaya, eran pocos --entre 12 y 15 barcos-- los que completaban la campaña de otoño.
González subrayó que la decisión de Bruselas supone "una pérdida económica importante" porque los barcos que faenaban en ese caladero se quedan en aguas de la comunidad y, por tanto, "son más en la misma zona" y para los mismos recursos. Así, indicó que este año la caballa se ha agotado y los barcos de cerco confían en que el 'cabalón', la sardiña y el jurel les permitan salvar la campaña, aunque González afirmó que los últimos meses de 2009 "serán difíciles".
Por el contrario, la anchoa es una de las especies más cotizadas, como aseguró, y, tras los cinco años de veda, los profesionales esperaban "unos precios interesantes". Sobre esta cuestión, el patrón mayor de la cofradía de Portosín (A Coruña), Eduardo Carreño, recordó que en la última campaña de la anchoa --2005-- los armadores del cerco ganaron unos 7.000 euros en los tres meses que permanecieron en la pesquería durante la primavera, dado que en otoño no acudían. "Es el 40 por ciento de los ingresos anuales de un armador del cerco", explicó.
El responsable del pósito de Portosín habló en calidad de armador de un barco de cerco al señalar que mañana tendrá una reunión con los 13 profesionales de esta localidad para, posteriormente, realizar una evaluación de la decisión de Bruselas desde la perspectiva de la cofradía. Pese a reconocer el "varapalo" para esta flota admitió que no se puede ir "en contra de los estudios científicos".
