Cofradías de Pontevedra advierten de consecuencias "desastrosas" si las precipitaciones se repiten con la misma intensidad
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las riadas que han provocado la intensas lluvias han acabado en Galicia con bancos marisqueros, principalmente en la costa pontevedresa, donde la alta mortalidad de especies los hace "irrecuperables" para la campaña de Navidad, que peligra si las precipitaciones se repiten con las misma fuerza.
Así lo alertaron diferentes pósitos de Pontevedra a la Federación provincial de Cofradías, cuyo secretario, Javier Martínez, confirmó que existen bancos "irrecuperables" no sólo por la baja presencia de salinidad --por la llegada de agua dulce de los ríos y que ocasiona una alta mortandad-- sino por el arrastre de lodo "de 15 y 20 centímetros de espesor".
Martínez precisó que las zonas más dañadas son las del fondo de la Ría de Pontevedra (Raxo, Lourinzá y Pontevedra), la de Aldán, parte de Baiona y la de Carril en Vilagarcía de Arousa, uno municipio en el que en nueve horas llegaron a caer 128,4 litros por metro cuadrado.
Precisamente, el patrón mayor de la Cofradía de Carril, Fernando Franco, reconoció a Europa Press que las fuertes lluvias ya "han dañado" la campaña de Navidad, al acabar "casi por completo" con la almeja babosa de la zona de O Bao.
Además, alertó de que están pendientes de comprobar el estado de la almeja japónica y berberecho, ya que, aunque reconoció que, en los últimos días, con la mejora de las condiciones meteorológicas, se había recuperada los índices de salinidad que había caído a 2 gramos por cada litro de agua, cuando los bivalvos precisan de una tasa de 34 por litro para sobrevivir.
"La salinidad era prácticamente nula, no obstante el miércoles se había recuperado a tasas de 23 e incluso de 27", subrayó el patrón de Carril, quien confía en que se pueda "salvar" para la campaña de Navidad, "siempre que no vuelvan a caer las mismas lluvias torrenciales".
Sin embargo, recordó que estos bancos están en la "UVI" y por tanto alertó de que las predicciones meteorológicas de nuevas precipitaciones para este fin de semana provocan "temor" en el sector, "porque saben que hace peligrar la campaña de Navidad, donde se producen los mayores ingresos económicos del año".
NO RECUPERADOS DE LA RIADA DE MARZO
"Confiemos en que no se repitan la intensidad de las lluvias, porque si no sería un desastre", apeló Fernando Franco. Un deseo que también compartió el presidente de parquistas de Carril, José Luis Villanueva, quien reconoció que el sector --que aglutina a 600 parquistas con 1.300 concesiones-- todavía "no se había recuperado" de las riadas del pasado mes de marzo.
Por este motivo, la mayor parte de la producción de berberecho y almeja con la que cuentan está destinada para la campaña de primavera, porque la de Navidad, en su mayoría, se perdió en las riadas de marzo y tan sólo quedaron las "más resistentes".
Villanueva reconoció que todavía desconocen el grado de afectación de las riadas, ya que, de momento, las mareas han impedido acceder a los parques para comprobar el alcance de daños. No obstante, destacó que los índices de salinidad no son tan bajos como en otros temporales, "sin situarse dentro de los considerados normales". "Ha llovida bastante más en otras ocasiones y estar peor", aseveró.
Sin embargo, recordó que, al contrario que la de marzo, esta riada ha sido "atípica" porque ha supuesto la bajada de lodos y fangos y el mar ha estado "muy revuelto".
Ante esta situación, los parquistas demandan que continúen sin abrirse las puertas de los embalses do Ulla, para que la situación "no se convierta en trágica", ya que reconoció que el sector está "preocupado" ante las predicciones de la vuelta de las lluvias.
"Cómo no lo vamos a estar", apuntó, quien alertó de que si vuelven las riadas acabarían de matar las especies "más resistentes". "Supondría un doble revés después de lo de marzo", alertó Villanueva, quien lamentó la "limosna" que recibieron de la Diputación de Pontevedra con 100.000 euros para todos los parquistas, lo que supuso "un céntimo por cada metro cuadrado del millón existentes".
REUNION DE LA FEDERACION DE COFRADIAS
Precisamente, la posibilidad de demandar ayudas para hacer frente a los daños en bancos marisqueros y en la flota de bajura por el amarre al que obligado el temporal podría ser abordado mañana en una reunión que celebrará la Federación Galega de Cofradías.
Así lo avanzó el secretario de la Federación de Cofradías de Pontevedra, que también adelantó que se analizará el futuro seguro por temporales o la pensión para mariscadoras.
El presidente de la Federación Galega de Cofradías, Evaristo Lareo, ya alertó a Europa Press de las "importantes pérdidas" que están sufriendo debido a los continuos temporales que han obligado al amarre de embarcaciones en puerto que, en algún caso, sobre todo las del litoral coruñés, alcanzó los 15 días sin actividad.
No obstante, anunció que, en un principio, no se prevé demandar ayudas a la Consellería de Pesca para indemnizar al sector por estas pérdidas económicas debido a las paradas a las que obligan las fuertes rachas de viento y lluvias, y el mal estado del mar.
Al respecto, Lareo recordó que Pesca prevé poner en marcha un seguro que cubra al sector las pérdidas y daños económicos provocados por el temporal. Precisamente, el pasado viernes la titular de esta consellería, Carmen Gallego, informó de que durante este año se llevó a cano el estudio sobre su aplicación y adelantó que para el 15 de diciembre ya se tendrán las prescripciones técnicas de cómo se va a implantar "y, a partir de ahí, se pretende aplicarlo a partir de 2007".
El máximo representantes de las cofradías gallegas valoró esta iniciativa y los beneficios que supondrá para la flota gallega para hacer frente a situaciones como esta. No obstante, lamentó que no estuviese en marcha "ya", para poder contar con él en esta situación.
NO SITUACION ATIPICA
Sin embargo, rechazó que el sector esté viviendo una situación "atípica" y atribuyó a un invierno "normal" estos temporales continuos que obligan a la flota amarrar en puerto. "Se han dado años en los que los fuertes vientos y lluvias paralizaron la actividad más de un mes", recordó.
"Hay inviernos que vienen así las cosas y hay que aceptarlos como llegan", argumentó Lareo, quien consideró todavía "demasiado pronto" ofrecer una cifra sobre las pérdidas que está suponiendo a la flota de bajura esta falta de actividad y alertó de la posibilidad que la llegada de nuevos temporales puedan afectar a la campaña de Navidad, "de las más rentables del año para el sector".
