BRUSELAS, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea ha avisado este martes a Filipinas y Papaú Nueva Guinea de que la Unión Europea (UE) prohibirá las importaciones de pescado de ambos países si no toman medidas en un plazo de seis meses, porque en la actualidad "no están actuando suficientemente para combatir la pesca ilegal".
La comisaria de Pesca, Maria Damanaki, ha dejado claro en rueda de prensa que el objetivo no es introducir la prohibición o adoptar sanciones comerciales "en sí", pero ambos países deben promover una acción "urgente" para evitar que "el segundo paso de prohibir las importaciones no será necesario".
Damanaki ha manifestado la "preocupación" por la pesca ilegal y caída de reservas en la región del Pacífico occidental en una zona "muy importante" para los intereses europeos, porque "más de la mitad de las reservas del atún a nivel mundial" se encuentran en la zona y "la mitad de la cuota de atún del Pacífico acaba en los platos europeos", de modo que lo que ocurre allí interesa a Europa por una cuestión de "sostenibilidad" de la especie.
Además, en el caso de Filipinas, ha recordado que se trata de la duodécima potencia pesquera a nivel mundial, por delante de los Estados miembros de la UE.
La comisaria ha asegurado que ambos países no ejercen "un control real" de lo que "ocurre en sus aguas y con sus barcos" y no pueden garantizar que la pesca "respeta las normas locales e internacionales".
El Ejecutivo comunitario ha enviado una advertencia a ambos países en forma de "tarjeta amarilla" tras dos años de diálogo infructuoso, pero cooperará con ellos estrechamente "en los próximos meses". "Vamos a presentarles a cada uno un plan de acción dirigido para superar las deficiencias" y que si aplican podrán evitar la sanción europea, ha explicado.
En concreto, la Comisión ha identificado deficiencias como la falta de un sistema de sanciones para castigar la pesca ilegal, no declarada y no regulada y de acciones para atajar las deficiencias en la supervisión, control y vigilancia de la pesca y les pide por ello que enmienden su legislación para combatir la pesca ilegal y mejorar el control.
La UE ha prohibido recientemente las importaciones de Guinea, Belice y Camboya, mientras que otros ocho países han recibido también advertencias de Bruselas (Fiyi, Panamá, Sri Lanka, Togo y Vanuatu en 2012 y Ghana, Curaçao y Corea del Sur en 2013), aunque la mayoría ha cooperado e introducido mejoras para combatir la pesca ilegal.
